Pesaj: Paró, Auschwitz y la Libertad de Pensar
“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las
libertades humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de
circunstancias- para decidir su propio camino.” Víctor Frankl.
En Pesaj tenemos prohibido poseer jamets. El Jamets representa la
arrogancia. Pesaj es tiempo de Libertad, libertad espiritual, el conocer la
esencia del porque hemos salido de Egipto (Mitsraim). Esa salida se debió a la
Misericordia del Creador.
En realidad, lo único que se interpone entre Ud. y D’s .......... es Usted.
Y esto se debe al Jamets, esta es la lección que aprendemos al remover el
Jamets de nuestra propiedad. En definitivo cada uno precisa remover su propia
arrogancia.
Libertad significa poseer la capacidad de usar nuestro libre albedrio para
crecer y desenvolvernos. Muchas personas piensan que son libres, cuando en
verdad son esclavas de las novedades y modismos de la Sociedad.
Víctor Frankl en su libro: El hombre en busca del sentido, llega a una
conclusión sobre el concepto de libertad. Austríaco,
neurólogo y psiquiatra, fundador de la logoterapia, Frankl, que perdió a sus
padres y a su mujer en los campos de exterminio nazi, se asomó allí a los
confines del horror y la degradación, y a la más brutal de las barbaries
imaginables.
Entre 1942 y 1945 estuvo prisionero en varios de esos centros, Dachau y
Auschwitz incluidos. Fue a partir de esa experiencia que desarrolló gran parte
de las teorías que desgranaría no sólo en la obra mencionada más arriba, sino
también en la práctica clínica, con quienes acudían a atenderse con él.
Cuenta Gordon Allport, antiguo profesor de psicología de la Universidad
de Harvard y uno de los especialistas más renombrados en Estados Unidos, en el
prólogo a El hombre..., que Frankl solía sorprender a sus pacientes con una
pregunta: “¿Y usted por qué no se suicida?”.
Al estupor inicial seguía una necesaria revisión de todo aquello que
ataba a cada uno a la vida: para uno podrían ser sus hijos; para otro, su
pareja; para un tercero, una misión a llevar a cabo; para alguien más una
pasión, sus estudios, su carrera, un talento por explotar o incluso, como dice
el prologuista, “sólo unos cuantos recuerdos que merece la pena rescatar del
olvido”.
Esclavitud es tomar una actitud no pensada, siguiendo los deseos e impulsos
corporales. Nuestro trabajo en Pesaj es salir de esta esclavitud rumbo a la
verdadera libertad.
Una de las libertades a ser trabajadas durante Pesaj es la “Libertad de la
Boca” (o sea del habla). Nuestros Sabios se refieren a la boca como una de las
partes más peligrosas del cuerpo. Es el único órgano que puede causar problemas
en ambas direcciones – en lo que entra (comida y bebida) y en lo que sale (en
la conversación). Es tan peligrosa, que es el único órgano humano que tiene dos
“trabas”: los dientes y los labios.
Algunas personas son esclavos de sus bocas, tanto en lo que comen como en
lo que hablan. En la noche del Seder corregimos estos problemas. Tenemos la
mitsváh de relatar la salida del Pueblo Judío de Egipto (para perfeccionar
nuestras conversaciones) y la mitsváh de comer Matsá y beber 4 vasos de vino
(para ennoblecer lo que comemos y bebemos).
La estructura de la lengua hebrea, por sí sola, señaliza la dirección de la
“Libertad de Boca”. La palabra Pesaj puede ser dividida en dos partes: Pe y Saj que significa “boca hablando”.
Deseo resaltar que, a lo largo de la historia del Pueblo Judío, siempre se
levanto un dictador, un tirano, que su objetivo era destruir, aniquilar,
exterminar, hacer desaparecer al Pueblo Judío de la faz de la tierra, que no
sea mas que un punto en la historia de la humanidad. ¿Por qué? Mas allá de la
judeofobia existente, hay una razón que esta por detrás de la visible, recién mencionada,
es que la libertad de pensar, de crear, de manifestar, exteriorizada por
nuestra boca, pero elaborada en nuestra mente, la cual se interrelaciona con la
fuente de lo sentimientos, el corazón.
Toda esta ecuación produce una sensación de frustración y de mediocridad en
los tiranos, entonces la solución para estos dictadores es destruir la fuente
que les produce esos sentimientos encontrados.
La Hagadá nos retrotrae esa fuente de libertad que esta instalada en el ADN
del Pueblo Judío.
Nosotros tenemos la obligación de contar el Éxodo de Egipto durante toda la
noche. La palabra hebrea PAROH (Quien
era el que perseguía, esclavizaba, y deseaba aniquilar el futuro de los Judíos
en la historia de Pesaj) puede ser dividida en dos partes: Pe y Ráh, una “mala boca”. Nuestra aflicción durante la esclavitud
en Egipto era caracterizada como PERAJ (trabajo
duro), que puede ser leído en 2 palabras: Pé y Raj, una “boca suelta”,
sin responsabilidad con lo que se habla.
Que podamos, en este Pesaj, libertarnos de la “mala Boca” y liberarnos de la
“boca suelta”, donde mucha comida y bebida errada entran y muchas palabras inapropiadas
se deslizan desde nuestro interior hacia fuera.
Víctor Frankl solía decir que “quien tiene algo por qué vivir, es capaz
de soportar cualquier cómo”.
Pesaj nos enseña que el Pueblo Judío, siempre tuvo objetivos y metas a
cumplir, por eso era capaz de soportar las sombrías noches del destierro a lo
largo de dos mil años.
Meditemos profundamente y en Pesaj encontraremos la Libertad tan ansiada.
Mostraremos al mundo que somos “hombres al encuentro del sentido.
JAG
HAPESAJ KASHER VESAMEAJ!!!!!!
Rabino Lic.
Ruben Najmanovich