domingo, julho 07, 2024

El silencio del mundo: «La crueldad del terrorismo de Hamas contra las mujeres judías».

 

El silencio del mundo

«La crueldad del terrorismo de Hamas contra las mujeres judías


Me senté a escribir como lo hago semanalmente, agradeciendo a Visa Vis la posibilidad que me otorga el abrirme este espacio, y en la persona de Gustavo Szpigiel, manifiesto mi gratitud.

Pero sentí la necesidad de compartir con Ustedes una breve, real, triste y dolorosa sensación de sentimientos que se entremezclan al rever, como si fuera un short de YouTube, lo ocurrido con las mujeres, mujeres judías durante el aciago 7 de octubre de 2023.

El relato real y doloroso que hago en las líneas que escribo a continuación no son con el objetivo de ser sádico en mis descripciones, sino en el contexto que debemos continuar elevando nuestras voces, porque las mujeres israelíes, mujeres judías, son futuras madres, novias, esposas, amigas, estudiantes, trabajadoras, en fin hacerle recordar al mundo hipócrita, embustero, que estas mujeres son tan ser humanos como cualquier otras mujeres, y lo que estas mujeres sufrieron el 7 de octubre de 2023, y  muchas de ellas en su secuestro pasaron por un infierno, merece el repudio del mundo libre, de esos movimientos feministas que exigen con razón el respeto hacia la mujer, pero que no hacen nada frente a lo que las mujeres judías, las mujeres israelíes tuvieron que atravesar y puedo afirmar lo que muchas de ellas están atravesando.

El 7 de octubre de 2023, alrededor de tres mil terroristas fuertemente armados del grupo Hamás rompieron la valla que separa la Franja de Gaza e invadieron el sur de Israel. A pocos kilómetros de distancia, invadieron el festival de música Supernova, en el que participaban miles de jóvenes, y mataron a cientos de participantes.

También destruyeron 21 kibutzim y pequeños Ishuvim (asentamientos o poblados), en los que quemaron casas, destruyeron propiedades, cometieron violaciones y asesinaron a familias enteras sin distinción de edad o sexo. Entraron con coches, motocicletas y parapentes, seguidos por una multitud de civiles residentes en Gaza, entre ellos adolescentes y niños. Sorprendieron al país en aquel Shabat de Simjat Torá.

Este ataque terrorista, ocurrido en un Estado soberano y reconocido por la comunidad internacional, fue el mayor acto de violencia contra el pueblo judío desde el Holocausto y se saldó con más de 1.200 muertos y 13 herido, 254 rehenes fueron llevados a Gaza, entre ellos 36 jóvenes del Festival Supernova, un bebé de nueve meses, niños de entre 3 y 12 años, así como ancianos mayores de 80 años. Casi todas las muertes - soldados, residentes de sur de Israel y jóvenes presentes en el evento - ocurrió en las primeras 12 horas después del ataque. Los perpetradores de la salvajada grabaron, con cámaras que ellos mismos trajeron o, en muchos casos, con los propios celulares de las víctimas, los detalles de las atrocidades y los transmitieron en vivo, con orgullo, en las redes sociales.

Estas imágenes prueban irrefutablemente la magnitud de la tragedia del 7 de octubre contra civiles israelíes y de otras nacionalidades. Sin embargo, un capítulo de esta historia, cuyas páginas siguen escritas día tras día con tintas de sangre y lágrimas, fue ignorado por la mayor parte de la comunidad internacional durante semanas, y puedo aseverar que, en muchos casos hasta los días de hoy, como si en realidad no hubiera sucedido a pesar de las imágenes y testimonios de los supervivientes y de los primeros rehenes liberados. Esto es violencia contra las mujeres. La humillación, la violación, la profanación y la mutilación de cuerpos formaban parte de una estrategia fríamente planeada por el Hamás, cuya información fue confirmada por terroristas arrestados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en los primeros días y semanas después del ataque.

Desgraciadamente, la rápida difusión de los informes médicos fue imposible debido a la precariedad de las pruebas, reflejo tanto de la extrema violencia y sadismo contra las víctimas como de las dificultades para llevar a cabo todas las investigaciones necesarias. Los resultados de las pruebas realizadas a los rehenes que regresaron de Gaza tras más de 50 días en cautiverio también tardaron en llegar.

Sin embargo, el silencio, especialmente de las organizaciones internacionales de mujeres, empezando por la Agencia ONU Mujeres [UN Women. La Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer], desencadenó oleadas de protestas en Israel, así como en las comunidades de la diáspora, y llevó a la creación del movimiento “#metoounlessurjew” (“MeToo a menos que seas judía”), se creó un hashtag para señalar la hipocresía del movimiento feminista que ignoró las violaciones en el ataque de Hamás.

La periodista Nicole Lampert criticó el silencio de las feministas ante los ataques de Hamás contra mujeres judías y reveló el testimonio de una socorrista sobre violaciones cometidas con crueldad. Nicole comenzó el texto recordando la reticencia de la BBC a informar que los judíos fueron las principales víctimas de los nazis alemanes, cuando un campo de concentración (Bergen-Belsen) fue liberado en 1945. Luego señaló una “reticencia similar” hacia la masacre del 7 de Octubre de 2023, que llega al negacionismo:

“Lo vemos en los carteles de israelíes secuestrados que son desfigurados por personas que afirman que son ‘propaganda’, en la desinformación antisemita difundida en línea y en las manifestaciones semanales a favor de Palestina que no denuncian el terrorismo de Hamás. Pero quizás lo más peculiar sea también el silencio de organizaciones y grupos activistas dedicados a la lucha por la seguridad de las mujeres”

El periódico americano The New York Times publicó un extenso y detallado informe sobre una investigación en profundidad que duró dos meses y concluyó que, durante el ataque del 7 de octubre de 2023, se utilizó como arma la violencia sexual, sin limitarse a casos aislados.

Se entrevistó a más de 150 personas, entre testigos, militares, médicos y expertos en este tipo de abusos. También se analizaron fotos, videos y datos de GPS de teléfonos celulares. Según el periódico, los terroristas brutalizaron y mataron no sólo a mujeres, sino también a niñas en al menos siete lugares. Las pruebas encontradas por los periodistas son innegables y prueban lo que testigos y autoridades israelíes informaron desde el primer día, pero el mundo prefirió ni escuchar ni ver.

Según el informe de The New York Times, cuatro entrevistados describieron, con sorprendente detalle, violaciones y asesinatos de mujeres en dos puntos diferentes de la Ruta 232, la misma carretera donde se encontró tirado el cuerpo semidesnudo de la joven Gal Abdush (madre de dos hijos, la cual se convierte en el símbolo de los horrores sufridos por mujeres y niñas durante los ataques de los terroristas del grupo criminal Hamas del pasado 7 de octubre) en un tercer lugar. La víctima tenía las piernas abiertas, la ropa desgarrada, signos de abuso en sus zonas genitales y una de sus manos sobre su rostro quemado. El periódico también entrevistó a varios soldados y médicos voluntarios que, juntos, afirmaron haber encontrado más de 30 cadáveres de mujeres y niñas, en un estado similar al de Abdush, en el lugar donde se realizó el festival Nova y en dos kibutzim.

Como parte de la investigación, el equipo del diario tuvo acceso a fotografías de un cuerpo femenino que, tras ser sacado por rescatistas de entre los escombros de un kibutz, mostraba decenas de clavos incrustados en los muslos y la ingle, así como un vídeo en el que se veía a dos soldadas muertas en una base cerca de Gaza. Las mujeres parecían haber recibido disparos en la vagina.

Lamentablemente, el shock de las fuerzas israelíes ante el inesperado ataque, la dificultad de acceso a los lugares de los ataques y la destrucción causada por la violencia afectaron el trabajo de los expertos en la identificación de las víctimas y las circunstancias de los asesinatos. Los primeros grupos de técnicos médicos de emergencia voluntarios que llegaron al recinto del Festival Supernova tras los hechos descubrieron cadáveres de mujeres sin ropa y con las piernas abiertas -algunas con las manos atadas con cuerdas- en la zona del espectáculo, a lo largo de la carretera, en el Estacionamiento y campos aledaños.

En los kibutzim Be'eri y Kfar Aza, dos de los más devastados por los terroristas, médicos voluntarios y dos soldados israelíes confirmaron, en una entrevista al periódico, que habían encontrado, en seis casas diferentes, al menos 24 cadáveres de personas desnudas o semidesnudas. Mujeres y niñas desnudas, algunas mutiladas y otras atadas. Aun así, no todo el mundo cree que se hayan producido tales atrocidades.

Después de 54 días de cautiverio, la joven franco-israelí Mia Schem, baleada durante la fiesta, llevada a Gaza y operada por un veterinario, preguntó (la joven secuestrada) en su primera entrevista tras su liberación:

“¿Cómo es posible que la gente todavía dude de todo lo que nos pasó? ¿Por qué se niegan a creer? Para mí es importante revelar la situación real de la gente que vive en Gaza, quiénes son realmente y lo que pasé allí. Experimenté el infierno. Todos allí son terroristas. No hay civiles inocentes, ni uno solo. Los civiles inocentes no existen. Son familias controladas por Hamás. Enseñan a los niños, desde que nacen, que Israel es Palestina y que deben odiar a los judíos”. También habló del sufrimiento, la tortura mental que sufrió durante el cautiverio, en el hogar de una familia con niños, y la falta de alimentación diaria. Ella cree que la única razón por la que su secuestrador no la violó fue la presencia de su esposa e hijos en la habitación de al lado. “Su esposa odiaba el hecho de que él estuviera a solas conmigo. Traía comida para su marido, pero para mí no... Un día, dos días, tres días, no comí... Era tan horrible, tenía malos ojos. Era una mujer muy mala”.

Los padres de Schem informan que la joven, desde su regreso, ha desarrollado epilepsia como consecuencia del trauma y la falta de sueño durante las ocho semanas de cautiverio. Además, la niña fue operada para recuperar su brazo lesionado.

Según podemos observar, Hamás ha hecho de la violación un arma de guerra. El objetivo era utilizar la violencia sexual, de forma brutal y sádica, para maximizar la humillación y el terror de las víctimas.

Los terroristas que invadieron Israel recibieron instrucciones de practicar la violencia de forma sádica.

Hoy al escribir estas líneas, me detengo y expreso que son 9 meses desde ese fatídico día 7 de Octubre de 2023, el tiempo que tarda una mujer a dar a luz, a traer una vida al mundo, el tiempo que tarda una mujer en ser madre, es una sensación que no se puede explicar con palabras.

Ser mamá es como tener una extensión de sí misma en el hijo o en la hija. Sangre de su sangre, piel de su piel. Es tener la esperanza de dar vida a esa personita que se lleva adentro y es parte de cada mujer, de su ser, lleva sus cualidades y defectos.

Durante el Holocausto, los nazis y sus colaboradores asesinaron aproximadamente a 1,5 millones de niños, muchas madres sobrevivieron al genocidio perpetrado por los criminales nazis, sabiendo que fueron madres y sus hijos fueron asesinados. Pero también hubo madres, miles de ellas, que hicieron lo imposible para salvar a sus hijos, entregando sus vidas. El pueblo Judío rinde honra a ese heroísmo de las mujeres, un heroísmo denominado Mesirut Nefesh (entrega total y autosacrificio).

El judaísmo, concede un papel fundamental a la Mujer, en muchos aspectos. El estupro como arma por parte de Hamas a las mujeres judías, abrió un herida en la sociedad israelí, en el Pueblo Judío, que será dificultoso cerrarla.

En la liturgia, en el código de leyes, en la sociología histórica del Pueblo Judío, existen cientos de pensamientos, de ordenanzas, enseñanzas, que indican que debemos respetar y honrar a la mujer. Como está escrito en el Libro de Proverbios: “Eshet Jáyil mi imtsá…” – “Una mujer valiosa, ¿quién podrá encontrar?”

Esto es importante resaltar que la mujer en el judaísmo es una columna, un fundamento, en la construcción de la sociedad, de la comunidad, en la familia, así mismo en el Estado de Israel. A pesar de que tristemente las organizaciones internacionales, no han levantado ni una sola voz contra lo sucedido a las mujeres judías en el criminal acto terrorista cometido por el grupo Hamas.

Gritos silenciosos se escuchan en todos los rincones del Estado de Israel, y se hacen eco en el mundo civilizado y racional. El mundo no creía y no quiere creer que Hamás hubiera hecho cosas tan terribles. Pero ya no se puede mirar hacia otro lado y permanecer en silencio, “el silencio de Caín”, especialmente ante la evidencia de lo que les hicieron a mujeres y niñas.

Finalizar la guerra con la derrota del terrorismo, el regreso de los secuestrados y cautivos a sus familias, enjuiciar y condenar a todos los criminales que participaron en ese brutal embestida homicida del 7 de octubre pasado es el objetivo inmediato, también es necesario que las organizaciones feministas internacionales sean juzgadas por su silencio atroz y cómplice, frente al sadismo de aquellos que hablan de libertad con sangre en sus manos.  

A estas organizaciones feministas de tinte internacional, les recuerdo que su actitud, es del carácter más recalcitrado de odio, que se manifiesta sin palabras, y que simplemente se denomina judeofobia.

Rabino M.Ed. Ruben Najmanovich

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Este artículo se publico en:

El silencio del mundo: «La crueldad del terrorismo de Hamas contra las mujeres judías». Por Rabino M.Ed. Ruben Najmanovich.

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