segunda-feira, julho 27, 2015

Bet HaMikdash – Templo de Yerushalaim

Como recordamos al Bet HaMikdash

beit-hamikdash2-12

A raíz de la destrucción del Segundo Templo, un gran cambio tuvo lugar en Am Israel. Parecía que después de la destrucción y el exilio ya no sería posible seguir viviendo de una manera normal. El pueblo no podía concebir seguir una vida con alegrías o celebraciones sin el Bet HaMikdash.

El Talmud (Baba Batra 60b) nos cuenta la siguiente historia:

«Cuando el Templo fue destruido por segunda vez (68 E.C), muchos judíos comenzaron a vivir como ascetas, privándose de comer carne o beber vino. Rabí Yehoshua les dijo: “Mis hijos, ¿Por qué no comen carne ni beben vino? Ellos respondieron: ¿Cómo vamos a comer carne, que solía ser traída como ofrenda en el altar (mizbeaj), ahora que el altar está en ruinas? ¿Cómo vamos a beber vino, que solía ser vertido como libación sobre el altar, ahora que el altar está en ruinas?”, Él les dijo: “Si es así, no comamos más pan, porque la ofrenda del pan (lejem hapanim) se ha interrumpido también”. Ellos dijeron: “[Tienes razón, no vamos a comer más pan, y desde ahora] consumiremos sólo frutas!”.

“Tampoco podremos comer las frutas de Israel, [les dijo Rabí Yehoshua] porque ya no se ofrecen más los primeros frutos (Bikurim).”. “Entonces, comeremos otros frutos de la tierra (como verduras y legumbres, etc.) dijeron.”

“Pero, [les dijo] tampoco podremos beber agua, porque la ceremonia del vertido del agua (nisuj hamayim) también se ha interrumpido.” En este punto, ya no encontraron ninguna respuesta posible, por lo que Rabi Yehoshua les dijo: “Hijos míos, escuchadme. No llorar del todo por nuestro Bet HaMikdash, es imposible, pero llorar en exceso también es imposible, porque no se pueden imponer restricciones que la mayoría de las personas no son capaces de seguir."»

El Rab Yehoshua continuó y les explicó que el principio es que la vida normal debe continuar. No podemos permitir que nuestro gran duelo por la destrucción del Templo Sagrado produzca un estado de duelo nacional permanente y eterno y que mientras el Templo se encuentre en ruinas esté prohibido consumir carne o beber vino, que son los símbolos de celebración. Tenemos que encontrar el delicado balance entre el duelo nacional y la alegría personal. Hay algunas cosas simbólicas y discretas que podemos hacer para recordar la destrucción del Bet HaMikdash, en momentos de celebración y así, mientras nuestro Templo esté en ruinas, nuestra alegría nunca estará completa.

Por lo tanto, los Sabios enseñaron, por ejemplo, que en recuerdo de la destrucción del Templo, en el día de su boda el novio debe tener a Yerushalaim en mente, por encima de su alegría personal, poniendo algunas cenizas en la cabeza del novio en señal de luto. Del mismo modo, cuando se prepara una comida de celebración, hay que poner a un lado una de las comidas, en recuerdo de la destrucción del Templo.

Carro novo: Bênção

Berachá (bênção) ao comprar

um carro novo

CARRO-NOVO-PRESENTE-1


Pergunta: Que Berachá (bênção) deve ser recitada quando se compra um carro novo?

Resposta: Os nossos Sábios nos ensinaram que a pessoa deve recitar a berachá de “Shehecheianu” quando quer agradecer a D’us por qualquer coisa nova que adquiriu – procedimento que representa numa mitzvá.

Há, no entanto, duas bênçãos fixadas pelos Sábios para agradecer por fatores novos que nos alegram.

1) “Baruch Atá Hashem (...) shehecheianu vekiemanu vehiguianu lazman haze” – “Bendito és Tu, Eterno, (...) que nos deu vida, que nos sustentou e nos fez chegar a este momento”;

2) “Baruch Atá Hashem (...) HaTov vehaMetiv” – “Bendito és Tu, Eterno, (...) que é o Bem e que faz o bem”.


A diferença que existe entre essas bênçãos é a seguinte: quando a alegria refere-se apenas a uma pessoa, recita-se “Shehecheianu”. Quando envolve duas ou mais pessoas, recita-se “HaTov vehaMetiv”, por exemplo, quando uma família compra móveis novos para a casa, ou um carro novo, ou ainda recebe uma quantia em dinheiro, que beneficiará a todos. Caso os móveis, ou o carro, ou o dinheiro sejam para uma pessoa solteira que vive só, esta deve recitar “Shehecheianu”.