quarta-feira, março 06, 2013

Perasháh en español: Vayakhel – Pekude

Parashat Vayakhel – Pekude

Shabat HaJodesh

vayakhel-pekudei

PARASH4

¿Cuál es el papel del arte?

En contraste con otras formas de pensar, en el judaísmo el arte siempre tuvo un papel importante. Justamente el mundo de la Torá, rico en conceptos y espiritualidad, necesita personas talentosas que puedan expresar en la práctica ese mundo interno.

Uman (artista) y Emuná (fe), provienen de una misma fuente. El creyente descubre el vínculo interno que existe entre el hombre y su Creador, y en forma similar el artista expresa y descubre mundos internos.

El artista es una persona que tiene la capacidad de expresar el mundo interno en una creación material. Su talento le permite ser fiel en su obra a los sentimientos y los pensamientos. El arte es considerado exitoso cuando los medios de expresión externos son fieles al mundo interno.

Cuando D’s ordenó construir el Mishkan (Tabernáculo), buscó alguien que posea talento creativo. No un profeta, sino que un artista. Para construir el Mishkan de forma que también la construcción física exprese y sea acorde a su singularidad espiritual, se necesita un gran artista. D’s le hace notar a Moshé ese gran talento. “Am Israel (el Pueblo de Israel) en Egipto, que estaban oprimidos y trabajaban con la arcilla y los ladrillos, no se ocuparon de la orfebrería, el trabajo del oro, la plata, y el pulido de piedras preciosas, y ni siquiera las vieron. Y maravillosamente, encontraron entre ellos una persona que es hábil en el oficio de la plata y el oro, y el esculpido de la madera y la piedra... porque incluso entre los que son aprendices de los expertos en esa materia, no existe quien sea hábil en todas esas artes a un mismo tiempo” (Ramba"n).

A pesar de la importancia de la creación, para nosotros el arte no es un valor primordial que debe ser colocado en la cima de la pirámide espiritual. No somos capaces de rendir culto a una creación y convertirla en un “ídolo de oro” de nuestros tiempos, y exigir que todo se anule frente a ella. El papel del arte es expresar, y no determinar los valores.

Ya hace muchos años que escuchamos decir que para ser artista se debe ser libre de toda limitación. Como si “la libertad absoluta” es una condición necesaria para ser un buen artista productivo. De lo contrario, estamos coartando el arte.

Ese argumento no es cierto, ya sea desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista de la esencia del arte. Sabemos que en el correr de la historia hubo grandes artistas en distintos campos que acataron limitaciones religiosas y morales, y a pesar de ello eran escritores, pintores y músicos de los más virtuosos. También en nuestros días, entre los artistas más “libres”, es difícil encontrar quienes lleguen a un nivel cercano a ellos.

Pero principalmente desde el punto de vista de la esencia del arte, las limitaciones no presentan algún problema para la creación, y para ello debemos comprender: ¿Qué es una creación, y quién es un creador?

El mundo de cada uno de nosotros está compuesto de dos factores básicos. Uno de ellos - que es percibido por el ojo humano - es la existencia física, como es expresada en la práctica en forma superficial. El otro, es el mundo interno, que permanece oculto: Pensamientos, sentimientos y vivencias internas que toda persona posee. Entre ambos hay una brecha: La persona no se ve como realmente siente y piensa. Y no todo lo que la persona piensa y siente logra expresarlo en palabras o hechos. Si definimos el arte como el medio que expresa pensamientos y sentimientos, eso pone en evidencia cuan distorsionada y falsa es la consigna de “libertad absoluta para el artista”.

Un artista corrupto y pervertido necesitará de medios pervertidos y amorales para expresar su manchado contenido. Pero el mundo no necesita semejantes artistas ni su suciedad. Es bueno para el mundo - y también para ese artista - que su arte sea coartado.

El que es una persona correcta, las limitaciones no son tales para su arte. La persona cuyo mundo interno no es pervertido moralmente, no necesita medios de expresión corruptos. El que comprende cuán bueno es el pudor, sabrá expresar su mundo interno en forma natural, libre y pudorosa. El que comprende cuanta maldad se esconde en la violencia, limitará su expresión artística de forma que esta será más plena y más afín a su mundo interno.

La exigencia de “libertad absoluta” emana de la falta de valores y moral. Ya acotó Jaim Najman Bialik que “por cada pequeña porción de arte puro en la ciudad - la mayoría encuentra abundancia de teatros por cientos, que no se sabe a ciencia cierta qué son: ¿Bares?, ¿casas de vergüenza?, ¿guaridas de depravados?... tendremos un arte puro auténticamente... que eleva y purifica al hombre, y no lo convierte en una bestia. Nuestro arte no sólo entretendrá al pueblo, sino que también lo educará”.