segunda-feira, janeiro 28, 2013

Educación y Judaísmo

Educando Judíos o Judíos Educados

Judaismo e  Educação

Uno de los distintivos de la tradición judía es la importancia singular que se le otorga a la educación. La formación de las generaciones que aseguren la continuidad, es primordial en la jerarquización de los valores familiares. Nos referimos a una verdad tan evidente que en ocasiones olvidamos sus orígenes, porque la preocupación con la educación se ha convertido en parte integral de la identidad judía.

Los párrafos bíblicos que incluyen Shemá Israel y que son repetidos diariamente al menos dos veces, contienen el fundamento primario de esta enseñanza. En ellos leemos la instrucción veshinantam levaneja, “y los inculcarás a tus hijos”, vedibarta bam beshívteja beveiteja uveléjteja badérej uveshójbeja uvekumeja, “y hablarás de ellos cuando estés en tu casa, cuando viajes, cuando te acuestes y cuando te levantes”. La tradición interpreta esta cita como una instrucción evidente que exige que los padres enseñen a sus hijos. Sin embargo, debido a las numerosas ocupaciones y obligaciones de las mayorías, se descarga esta obligación a través de las escuelas. Efectivamente, el Talmud afirma zajor otó haish letov vihoshua ben Gamlá shemó, “recuerden aquel hombre para bien y Yehoshua ben Gamlá (según Rashí un Cohén Gadol de la época del segundo Bet Hamikdash) es su nombre”,... vetikén sheyihú moshivín melamdei tinokot bejol mediná umediná, “y legisló que se establezcan maestros de niños en todas las localidades”. Sin embargo, la obligación primaria recae sobre los padres para quienes la educación de sus hijos es una mitzvá de la Torá. Y una mitzvá proveniente de la Torá no puede anularse.

Se desprende de lo anteriormente señalado que el envío de los hijos a los colegios no libera enteramente a los padres de su responsabilidad bíblica. La escuela puede suplementar la instrucción paterna o convertirse en la fuente primordial de la educación. Sin embargo, el deber y el compromiso paternal siguen vigentes, aun cuando ellos asumen un papel secundario frente al rol del colegio. Por lo tanto, cuando enviamos a nuestros hijos a un colegio donde se le debe transmitir los valores esenciales del judaísmo, el hogar paternal debe al menos vigorizar las instrucciones que imparten los maestros. Cualquier impresión o mensaje contrario, crearía conflictos emocionales e intelectuales y mermaría la eficacia de la enseñanza escolar. Un colegio judío cierra sus puertas durante las festividades para permitir el cumplimiento cabal de los deberes religiosos en Sucot, por ejemplo. Estos días deberían dedicarse a oración en la sinagoga, comida en una sucá, festejando la terminación de la lectura bíblica semanal en Simjat Torá, y así sucesivamente. Pero si estos días son aprovechados para la diversión en las playas y para viajes de turismo; si en lugar de celebrar el séder de Pésaj en el ambiente hogareño nos desplazamos a lugares donde el espíritu de esta festividad está totalmente ausente, cometemos una doble falta. Porque no estamos descargando nuestra obligación primaria con la educación de nuestros hijos y más aún, negamos lo que se predica en la escuela.

¿Cuál es el propósito de la educación judía? Primordialmente, el intento es el de preparar al joven para “vivir una vida judía”. El aprendizaje es incompleto (tal vez carece de sentido) si no está acompañado por una acción concreta, por el cumplimiento de mitzvot que se presentan a diario en el quehacer cotidiano. El estudio de los valores judaicos que se identifica con lilmod ulelamed, “estudio y enseñanza”, tiene que estar ligado a lishmor velaasot, “observar y hacer”, para tener efectividad y producir la “identidad judía” que tanto preocupa en todos los encuentros del liderazgo de las diversas comunidades.

En particular, hago referencia a la necesidad espiritual de todo judío de recitar un modé aní ampliado, que es un agradecimiento y reconocimiento a Dios por la vida que nos brinda y que se expresa a través de nuestros rezos de shajarit, minjá y arvit. La educación judía no puede evadir su compromiso con la práctica de la oración. Tal como todo judío se coloca el talit y los tefilín y recita sus oraciones en las mañanas, igualmente una escuela judía empieza el día con shajarit. No hacerlo, es negar ab initio el cometido principal de la educación que es el de preparar al joven para conducirse a la manera judía. El valor del aprendizaje del Tanaj, de la literatura e historia adquieren interés intelectual exclusivo, porque pierden su vigencia pragmática. Cuando no se cumplen con las tradiciones diarias, enseñamos por implicación que los principios éticos de los neviim, “profetas” tampoco tiene aplicación práctica necesaria. Sus mensajes obtienen un interés de carácter arqueológico y pierden la oportunidad de convertirse en Torat jayim, una enseñanza y moraleja para ser puesta en práctica en la vida cotidiana.

Esto me lleva a otra consideración adicional. La educación judía tiene que tener un alto contenido moral cuyos principios también se deducen de la extraordinaria riqueza espiritual de la Torá y de las explicaciones de la Torá shebeal pe, “los comentarios orales sobre la Torá” que eventualmente fueron escritos para preservarlos para la posteridad. Especialmente en un ambiente moderno donde se pone el énfasis en el “poseer” y no se examinan la moralidad de los medios que fueron utilizados para la obtención de las cosas, especialmente en un entorno de injusticias y de atropellos, de corrupciones y de violaciones de los derechos ciudadanos, la educación judía debe hacer un énfasis sobresaliente acerca de los valores y de la moralidad. En un ambiente social en deterioro constante, el colegio debe hacer esfuerzos heroicos para señalar cuál es la manera judía de hacer las cosas. La sociedad entre los padres y los educadores debe salir a relucir en este renglón también. Porque el hogar no puede negar los valores que se imparten en los colegios. La viveza criolla no es la que debe premiarse y reconocerse. El trabajo y la diligencia, la honradez y el cumplimiento con las obligaciones, la bondad y el amor, la protección de los menos afortunados y la defensa de la justicia, son algunos de los valores que deben tener prioridad en la educación de los jóvenes.

El estudio de la historia judía es indispensable para entender la singularidad de nuestro pueblo. El sometimiento al sufrimiento y a la vejación logró destilar fuerzas espirituales que no sabíamos que poseíamos. Tuvimos que hacer esfuerzos sobrehumanos para poder sobrevivir. Por lo tanto tenemos que estar alertas frente a cualquier intento actual de discriminación y de posible persecución. Más aún debemos ser comprensivos e identificarnos con los sufrimientos de otros sectores de la sociedad y luchar en contra de la discriminación de todo tipo.

La historia judía de la época contemporánea se caracteriza por la existencia de Medinat Israel. El estudio detenido del proceso de su establecimiento es indispensable para la comprensión de la condición y realidad judía. Israel también permite el desarrollo de una civilización en un entorno judío que no tiene que someterse a las costumbres y tradiciones de una cultura anfitriona, como es el caso en la diáspora. Una educación judía tiene que integrar la realidad israelí a su pensum y fomentar el acercamiento a sus valores y la identificación con sus dificultades, logros y alcances.

Una educación judía integral tiene que apoyarse en una cooperación simbiótica entre padres y maestros, la instrucción seguida por la práctica religiosa, la intensificación de un aprecio por los valores éticos que forman parte de la personalidad judía y un acercamiento espiritual y físico a la realidad de Medinat Israel.

sexta-feira, janeiro 25, 2013

Tu Bishvat - 15 de Shevat : O ano novo das árvores

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Antigamente, o povo judeu na Terra Santa comemorava o décimo quinto dia do mês hebraico de Shevat como o marco do início da nova estação dos frutos em Israel. Esta época do ano marca o ponto médio do inverno quando a força do frio diminui, a maioria das chuvas do ano já caiu e a seiva das árvores começa a subir. Como resultado, os frutos começam a se formar. Esta data até hoje é comemorada como o aniversário das árvores em Israel.

Da mesma forma como D'us faz com os seres humanos, no primeiro dia de Tishrê, Rosh Hashanáh, D'us no dia 15 de Shevat determina qual a quantidade de frutos e folhas que cada árvore produzirá durante o ano; se crescerá satisfatoriamente, florescendo ou secará até morrer. Isto demonstra que o Criador do Universo e de todas as espécies, inclusive plantas e árvores, cuida de cada uma de Suas criaturas, determinando seu destino.

As frutas crescidas antes desta data eram consideradas frutas "velhas", e as que eram colhidas a partir desta data, eram recebidas como "novas". Esta distinção era essencial no tocante aos mandamentos da Toráh de separar a terumá (donativo) e o maasser (dízimo) - a separação dos frutos destinados aos cohanim e leviim.

A tribo de Levi não possuía campos ou pomares. Seus membros dedicavam-se integralmente ao serviço Divino no Templo Sagrado e ao ensinamento do conhecimento de D'us ao povo. Por este motivo, a Toráh ordena que uma certa parte da colheita deva ser outorgada a eles.

Atualmente o Rosh Hashaná Lailanot, Ano Novo das Árvores, é comemorado através da recitação de bênçãos antes e após a degustação de frutos novos da estação, especialmente as espécies de frutas da Terra de Israel: azeitona, tâmara, uva, figo e romã e outras novas para que se possa recitar a bênção adicional, Schehecheyanu. Ao provar dos novos frutos e recitar as bênçãos reconhecemos D'us como o Criador do mundo, da natureza e de tudo nela contido.

Uma analogia entre a árvore e o ser humano pode ser feito. Assim como a árvore está em constante crescimento, também nós devemos crescer; do mesmo modo como produz seus frutos, também devemos produzi-los. Em Tu Bishvat devemos renovar o crescimento pessoal, assim como as árvores começam a retirar a umidade e nutrientes da terra.

A raiz simboliza a conexão com a fonte, nossa fé; o tronco representa a parte principal que sustenta e representa o estudo da Toráh e o cumprimento das mitsvot e o fruto está ligado com o resultado: a meta atingida, nossa influência positiva e contínua na preservação de nossos valores. Devemos constantemente lembrar que acima da natureza encontra-se D'us "regando" seus filhos através do legado do estudo e prática da Toráh, os verdadeiros recipientes de bênçãos para que possam crescer continuamente em todas as estações.

Um Único Ano Novo

Por que temos uma celebração especial para o Ano Novo das Árvores, enquanto dias similares, como o 1º de Elul (Ano Novo dos Animais) e 1º de Nissan (Ano Novo para Reinados e Festas) não possuem nenhuma forma de celebração, e praticamente desapareceram do calendário judaico?

Os rabinos têm uma resposta simples: O dia 15 de Shvat é dedicado ao louvor à Terra de Israel. O dia é de alegria pois a terra começa a trazer o período de colheita, a produzir frutos e a exibir seu esplendor.

Frutas Simbolizam Benção

A Terra de Israel é particularmente reconhecida na Bíblia por ser uma boa terra devido a suas frutas e árvores:

"Pois o Senhor seu D'us está lhes trazendo para uma terra boa, uma terra de rios e fontes... uma terra de trigo e cevada, e vinhas e figueiras e romãs... uma terra coberta de oliveiras e mel." (Deuteronômio 8:7-8)

Portanto a terra de Israel é abençoada por ter cinco frutas e dois grãos. Quando o povo de Israel come elas e sentem seu gosto, dizem bênçãos especiais, agradecendo a D'us pela boa terra que Ele lhes deu.

quinta-feira, janeiro 24, 2013

Perasháh en español: Shabat Shira y Tu Bishvat. Mucho mas que ecologia

El árbol: El Reflejo del

Pueblo Judío

 

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Este shabat es Tu Bishvat, es decir el 15avo día del mes de Shvat, que es cuando comienza el año nuevo para los árboles frutales (Tratado Rosh HaShanáh 1:1).

Hasta Tu Bishvat cayeron la mayoría de las lluvias del año, y las reservas de agua llegaron al nivel requerido para brindarle al árbol ese precioso elemento tan necesario.

El árbol en invierno pierde sus hojas, su verdor desaparece, su apariencia se deteriora, parece como si estuviese a punto de marchitar. Pero en el interior, en lo profundo, sucede justo lo contrario: En esa etapa de recogimiento la savia se limita a circular en el tronco y algunas ramas, y si bien es cierto que eso coarta la expresión de vida exterior, en el interior los elementos necesarios para el crecimiento y nuevo renacimiento del árbol en la primavera son preparados y acumulados.

Y es gracias a ellos que cuando llega la primavera, de pronto el árbol comienza a brotar, sus ramas recobran su verdor y se extienden, nuevas hojas frescas aparecen, el árbol florece y de sus flores surgirán preciados y dulces frutos. Todo eso, gracias al período de recogimiento invernal necesario, que en realidad, es el que prepara el futuro fruto, que será maduro y alimenticio.

También la persona es así: “Porque el hombre es un árbol del campo” (Devarim - Deuteronomio 20:19). Hay etapas en la vida en que la persona se recoge, se cultiva, se concentra en sí misma. A primera vista, parece que pierde su tiempo, "no hace nada", invierte todo su tiempo y energía en conocerse a sí mismo, en elevarse paso a paso, colmar su espíritu con el estudio. Y después, al término de esa etapa de estudio y sondeo, de pronto comienza a brotar, comienza a brindar a su entorno, y los frutos serán maduros, dulces y alimenticios para su beneficio y el de todo el pueblo. ¡Cuánto debemos aprender de los árboles, que saben armarse de la paciencia y la perseverancia para esperar el período de tiempo necesario de recogimiento!

Cuando la persona es impaciente, y pretende acortar ese período, los frutos que podrá brindar no serán maduros, le faltará la preparación necesaria, y su capacidad de brindar será limitada.

También Am Israel (el Pueblo de Israel) es comparado con el árbol: “Como los días de un árbol, serán los días de Mi pueblo” (Ieshayahu - Isaías 65:22). En el galut (exilio) nos recogimos en nosotros mismos, nos concentramos en la parte más espiritual, y las expresiones de vida eran casi inexistentes.

Fuera de nuestra tierra, diezmados y perseguidos, no podíamos dar fruto. Incluso hubo quienes pensaron que ese pueblo se había marchitado, y que no podría volver a cobrar nueva vida. Pero en el interior, la vida espiritual de la nación continuó, sin revelarse. Esperamos durante 2000 largos años de invierno el momento en que pudiésemos volver a vivir nuestra vida en forma plena.

Y finalmente, D-os nos hace despertar del letargo invernal: “Habla mi amado, y me dice: ¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y vente! Porque ha pasado el invierno, la lluvia se ha acabado y se ha ido, las flores se ven en la tierra, el tiempo del cantar de las aves ha llegado, y la voz del ruiseñor se oye en nuestra tierra” (Shir HaShirim – El Cantar de los cantares 2:10-12). Am Israel vuelve a cobrar vida, se levanta de las cenizas del Holocausto, las ancianas ramas se cubren de verdor y nacen frescas hojas, y una nación vigorosa vuelve a palpitar en su tierra.

Y no está lejano el día en que veremos las flores transformarse en dulces y maduros frutos, que perfumarán y regocijarán a toda la humanidad, cuando llegue el momento apropiado: “Yo también los traeré a ellos a Mi santo monte, y los haré gozosos en Mi casa de oración, sus holocaustos y sus ofrendas serán aceptados sobre Mi altar, porque Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” (Ieshayahu - Isaías 56:7).

Shabat Shalom

quarta-feira, janeiro 23, 2013

Tu Bishvat: El 15 de Shvat – Año nuevo de los arboles.

Eretz Israel y sus frutos

Tu Bishvat seder

En Tu BiShvat (el día 15 del mes de Shvat) nos encontramos con las alabanzas de los frutos de Eretz Israel (la Tierra de Israel), la importancia y la kedushá (santidad) de la mitzváh del asentamiento de Eretz Israel. Se acostumbra a comer frutos de nuestra tierra en la noche de Tu BiShvat y en el día, y hay quienes hacen todo un Seder especial, como está escrito en el libro "Pri Etz Hadar", en el que se come 30 tipos distintos de frutos, cuando cada fruto insinúa algo. Y también se recitan citas de nuestros sabios y del Zohar (el libro de Cabaláh por excelencia) antes de comerlos.

Después de comer de los frutos con los que fue alabada Eretz Israel, decimos la bendición llamada "MeEin Shalosh", en la que le agradecemos a D's "por la deseada, buena y amplia tierra que Tú deseaste entregar por herencia a nuestros patriarcas, para comer de sus frutos y saciarnos de su bondad". Esas palabras fueron analizadas por los eruditos de la halajá, y el autor del libro "Tur" (Orej Jaim 208) escribió que "no se debe decir, porque no debemos anhelar la tierra solamente por sus buenos frutos y para saciarnos de su abundancia, sino que para cumplir las mitzvot de ella".

El autor del libro "Bait Jadash" acota, y dice que "la kedushá de la tierra, que recibe su abundancia de la elevada kedushá de la tierra espiritual, también se esparce en sus frutos.

El origen de ello es la kedushá de la Shejiná (manifestación de la presencia Divina) que reside en Eretz Israel… y por ello, es correcto que digamos en la bendición 'comer de sus frutos, y saciarnos de su bondad', porque cuando comemos sus frutos nos alimentamos de la kedushá de la Shejiná y su pureza, y nos saciamos de su bondad". Es decir, hay una tierra espiritual, y ella emana su abundancia de kedushá a la tierra material en este mundo. Y en los frutos de la tierra hay una abundancia de esa kedushá – por ello, pregunta el autor del libro "Bait Jadash": Por qué no le daremos gracias a D's por haber entrado en Eretz Israel, y de esa forma recibir esa abundancia de kedushá que hay en los frutos de la tierra?.

Así podemos entender por qué alabaron tanto nuestros sabios la mitzváh del asentamiento de Eretz Israel, cuando dijeron que "siempre se debe vivir en Eretz Israel, incluso en una ciudad en que la mayoría de las personas son gentiles. Y no se debe vivir en el exterior, incluso en una ciudad donde la mayoría de las personas son judías. Porque todo el que vive en Eretz Israel es como si tuviese un D's, y todo el que vive fuera de Eretz Israel es como si no lo tuviese… para decirte que todo el que vive fuera de Eretz Israel es como si le rindiese culto a otros dioses" (Ketuvot 110B).

Y de esa forma podemos comprender un cuento que figura en la Guemará (Tratado Ketuvot 111, una página en la que se dicen cosas maravillosas respecto a la kedushá de Eretz Israel). Cuentan que una persona se fue a vivir fuera de Eretz Israel, se casó con una mujer y murió sin tener hijos. Su hermano, llegó a preguntarle a Rabí Janina si debe ir a vivir fuera de Eretz Israel para cumplir la mitzváh de Iebum (casarse con la viuda de su hermano, para que sus hijos sean considerados la continuación del difunto). Le contestó Rabí Janina: "Su hermano se casó con una kutit (gentil), bendito sea el Eterno que lo mató!. Y tú irás tras él?!". Pero si la mujer era una kutit, no hay ninguna mitzváh de Iebum?!. Explica el Maharsh"a que la llamó kutit según lo que aprendimos anteriormente, que todo el que vive fuera de Eretz Israel es como si rindiese culto a otros dioses: En realidad, ella era judía. Pero Rabí Janina - para enseñarnos cuán severo es marcharse a vivir fuera de Eretz Israel - la llamó así, e incluso justificó el severo castigo que recibió esa persona!.

Según ello, explica mi Rav y maestro, el Rav Uzi Kaljaim zt"l el profundo misterio del vínculo entre Am Israel (el Pueblo de Israel) y Eretz Israel, que es recalcado en el versículo "quién como Tu pueblo Israel, un pueblo único en la tierra".

El Zohar (el libro principal de la Cabaláh) escribe al respecto: "Por supuesto, en La Tierra [la Tierra de Israel.] son un solo pueblo, sólo cuando están juntos con la tierra son llamados 'uno', y no cuando están separados". Explica el Rav Uzi según las palabras del Talmud Ierushalmi, que dice: "Buscamos en toda la Toráh escrita, y encontramos sólo un versículo donde Am Israel es llamado Tzión, 'y por tanto digo a Tzión, pueblo Mío eres tú' (Ieshaiahu – Isaías 51:16). "El hecho que Kneset Israel (el alma nacional genérica del Pueblo de Israel) es llamada con el mismo nombre de la tierra, nos enseña que ambos fueron formados del mismo material, y hay entre ellos una identidad de esencia y contenido.

De forma que Israel sólo puede ser Israel junto con la kedushá de Eretz Israel, que lo ayuda a expresar en la práctica la Segulá (esencia espiritual) de su alma" (Shirat HaUma LeArtza, un libro que explica en forma maravillosa el prólogo del Rav Kuk  a su libro "Shabat HaAretz", y nos permite entender en profundidad las mitzvot del año de Shemita en nuestra generación).
Profundizaremos en el contenido de la kedushá de la tierra y la kedushá de sus frutos, y de esa forma nos haremos merecedores de profundizar nuestro vínculo y ligamento con la tierra.

Y de esa forma nos abandonarán todas las ideas y pensamientos de desconexión de ella - D's no lo permita - y se cumplirá en nosotros "y Yo los plantaré en su propio suelo, y nunca jamás volverán a ser arrancados de su tierra, que Yo le he dado, dice el Eterno, D's tuyo" (Amos 9:15).

terça-feira, janeiro 15, 2013

La Continuidad Judía: Luchar contra la asimilación

Mi Novio No Judío: ¿Es una buena elección?

Novio o esposo no judio

Si nunca me casaría con un chico no judío, ¿por qué estaba saliendo seriamente con este genuino rompecorazones no judío?

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Yo era una de las típicas personas que solían declarar firmemente que nunca se casarían con un chico no judío. No porque mis padres estuvieran en contra; no necesitaban decírmelo ya que mi formación y educación tradicional judía, tanto en mi hogar como en la escuela judía, me “protegían”. Estaba tan conectada con mi identidad judía que traicionarla era algo absolutamente imposible.

Cuando algunas de mis amigas empezaron a salir con chicos no judíos, yo dejé de sociabilizar con ellas. De esta manera, estaba haciendo una protesta silenciosa después de que más de un esfuerzo directo había fallado. Concluí que no teníamos nada en común, ya que ellas estaban dispuestas a poner su identidad judía en un segundo plano, mientras que para mí era la primera prioridad, a tal punto que me convertí en líder de un movimiento juvenil sionista y comencé poco a poco a mezclarme con una nueva masa idealista.

En el libro “Ética de Nuestros Padres”, Hillel nos alerta a ser cuidadosos y a no juzgar a otra persona hasta no haber estado en su lugar. Y yo, iba camino a estar en el lugar de esas amigas que tanto critiqué.

El Rompecorazones

Una noche fui a la fiesta de unos amigos que acababan de regresar de pasar un año en Israel. Fue una noche inspiradora, llena de recuerdos y promesas sobre el futuro. Mientras nos sentamos en ronda a mirar fotos, pretendí no haber advertido al atractivo chico que estaba a mi lado.

“Le dije que tú no sales con no-judíos y dijo que no tiene problemas con eso, que sólo quiere conocerte. Realmente le agradaste”.

No recuerdo haber conversado con él, pero aparentemente debo haber murmurado algo, porque a la mañana siguiente la anfitriona de la fiesta me dijo que el muchacho atractivo había preguntado por mí. Cuando recuperé mi aliento, ella me dijo: “Oh, le dije que tú no sales con no-judíos y dijo que no tiene problemas con eso, que sólo quiere conocerte. Realmente le agradaste”.

Fue, a lo menos, una situación delicada. Ahí estaba yo, una chica sin compromiso siendo acechada por un rompecorazones. Él era un ejecutivo publicitario. Tenía una moto. Era despampanante. Y, como si esto aún no fuera suficiente para mi ego, además era piloto comercial.

¡Socorro!

Una Noche Para Recordar

Acordamos una cita para conocernos. Me convencí de que sería una velada completamente inofensiva que solamente sumaría puntos a mis habilidades de coqueteo. Decidí no decirles nada a mis padres.

Comenzamos la noche con una vuelta en su moto. Después hablamos, y reímos, y hablamos y reímos un poco más. Fue más difícil de lo que pensé. No quería que la noche terminase. Él tampoco. Entonces, increíblemente, en la primera cita hablamos sobre su eventual conversión. Ese fue su boleto para una segunda cita.

Y una tercera y una cuarta. Las cosas se estaban poniendo serias, pero yo estaba ignorando las ramificaciones porque, si recuerdas, no me iba a casar con un no-judío. Pronto me di cuenta de que ya casi no podía seguir ocultándolo de mis padres.

El Quinto Mandamiento

La confesión fue en un restaurante. Simplemente les hice saber a mis padres que estaba saliendo con un chico no-judío, pero que no había de que preocuparse. Al parecer ellos me conocían lo suficientemente bien como para saber que no me casaría con él. Se portaron muy bien, no dijeron casi nada. No porque era un lugar público, sino porque eran lo suficientemente inteligentes como para pensar antes de hablar. La comida terminó incómodamente, en medio de un desesperado tintinar de cubiertos que jugaban con la comida prácticamente intacta.

Quería tanto honrar a mis padres. ¿Por qué no podían confiar en mí?

Al día siguiente le entregué a mi padre su desayuno tradicional de los domingos en la cama. Me agradeció suavemente. Estaba llorando. No lo había visto derramar una lágrima desde la muerte de su madre, más de una década atrás.

Luego, en la cocina, horneé pasteles con mi madre.

“Debes saber” dijo de repente, “que no seremos descorteses con él si lo traes aquí. Pero no esperes que seamos más que corteses. Es muy difícil para nosotros”.

Quería mucho honrar a mis padres. ¿Por qué no podían confiar en mí?

Buscando Asesoría Legal

Al día siguiente, iba en el auto con mi padre y nos detuvimos a un costado de la autopista. Estuvimos sentados por unos cuantos minutos, perdidos en nuestros mundos separados. Yo en mi optimista burbuja de auto-gratificación, y mi padre – lamentándose por la potencial pérdida de generaciones futuras. Finalmente, rompí el duro silencio.

“Papá, ¿por qué es tan importante que los judíos se casen con judíos?”.

“Porque es importante que preservemos nuestra inigualable herencia” replicó, sorprendido por el hecho de que una pregunta tan básica sobre el tema estuviese viniendo de mí.

No acepté esa respuesta.

“Sí, pero ¿qué es lo especial de nuestra herencia?, quiero decir, ¿por qué es TAN importante que haya judíos en el mundo?”, cuestioné.

“Porque debemos ser una luz para las naciones” acentuó.

Preguntándome adónde quería llegar con todo esto. Yo seguí presionando, buscando el jaque mate.

“Si nuestra herencia es tan especial, ¡¿por qué comemos en McDonald’s y por qué no cuidamos Shabat!?”.

“Entonces, Papá, si nuestra herencia es tan especial y tenemos que ser una luz para las naciones y todo mi futuro depende de eso, ¡¿Por qué comemos en McDonald’s y por qué no respetamos Shabat?!”.

Más silencio. Esta vez fue mi padre el que habló. “No sé. Supongo que nunca lo pensé tanto” admitió, un poco avergonzado.

Por primera vez en mi vida había dejado perplejo a mi brillante padre abogado. Pero él todavía tenía una última carta bajo la manga. Su experimentada lógica.

“Mira, si es verdad lo que dices, que definitivamente no te vas a casar con el muchacho, entonces ¿por qué sigues saliendo con él? Si es muy difícil para ti terminar ahora, piensa cuán difícil será más tarde, porque según dices realmente terminará en algún momento. ¡¿Por qué una chica inteligente se haría eso a sí misma, o peor, a una persona que dice que le importa?!”.

Tenía razón.

Mi corazón estaba lleno de respeto por mis padres y por el deseo de complacerlos. Sentí el peso de mi identidad judía sobre mis frágiles hombros. ¿Qué era exactamente lo que estaba tratando de preservar y proteger? Después de todo, no era religiosa. ¿Por qué había sido tan fundamentalmente claro para mí que debía casarme con un judío?, y ¿qué le había pasado a esa claridad?

Había estado dando mi judaísmo por sentado. Escuela judía, amigos judíos, una casa judía tradicional. No había desafíos, ni amenazas, ni tentaciones. No había oportunidad de pensar ni de mirar hacia afuera. Pero ahora, mi exclusiva educación judía y mi crianza tradicional estaban en juicio. ¿Eran suficientes para salvarme?

Subí al estrado para comenzar con el juicio. Por primera vez en mi vida pensé conscientemente y decidí quién era yo realmente, quién quería ser y que era verdaderamente importante. Primero y ante todo era judía. Mi herencia tenía importancia. Yo quería que siguiera siendo parte de mi vida. Y era vitalmente importante que mi futuro esposo sintiera lo mismo.

El Veredicto: Una fuerte identidad judía salva judíos.

La Ruptura

Después de eso no fue tan difícil. Una corta y tensa llamada terminó lo que hubiera sido el error más grande de mi vida. Nunca volví a verlo ni a hablarle, a pesar de que lloré por días. No sé por qué, pero pienso que tenía algo que ver con mi alma.

Este es un evento que ocurrió hace casi dos décadas, pero viendo las atemorizantes estadísticas de asimilación, pudo haber ocurrido ayer.

Casi me convierto en una estadística, de no haber sido por un factor redentor: me preocupe de que no fuera así.

Creo que este es el factor que puede hacer la diferencia. El factor que necesita ser nutrido en nuestras comunidades: el que nos preocupemos por las cosas. El preocuparse por el pueblo judío, por nuestra herencia, por nuestro legado. El preocuparse por el pasado, por nuestro futuro, por el futuro de las generaciones por venir. El preocuparse por nuestros padres y por el prójimo. Si queremos que el pueblo judío sobreviva necesitamos preocuparnos por todas esas cosas más aún que lo que nos preocupamos por nosotros mismos.

Volviendo a Los Fundamentos

En la práctica, ¿cómo hacemos para nutrir nuestra relación con el judaísmo? Esto es algo que comienza, continúa y termina en nuestros hogares. Punto final.

Nutrir una relación con el judaísmo es algo que comienza, continua y termina en nuestros hogares. Punto final.

Todas las escuelas judías privadas, las actividades extracurriculares, los grupos juveniles, los eventos sociales, los encuentros comunitarios, los periódicos en Internet, los clubes de citas y los grupos de apoyo tienen una enorme batalla cuesta arriba y una desventaja inherente cuando se enfrentan con las masas de judíos que crecieron en hogares carentes de cualquier expresión práctica de judaísmo.

Las instituciones educativas judías y los grupos comunitarios son los salvavidas necesarios que se extienden desde nuestros hogares hacia nuestro futuro colectivo. Necesitamos alimentarnos con más judaísmo para poder asegurar su éxito.

Queremos que a nuestros hijos les importe el significado de ser judíos. Necesitamos nutrir su identidad judía hasta el punto en que se convierta en innata. Nuestro hogar es donde los nutrimos y donde nuestros niños aprenden a interesarse. Es donde les mostramos a nuestros hijos por qué tipo de cosas es importante preocuparse.

Mucha gente siente que para vivir su judaísmo necesita hacer un gran sacrificio. Lo que no saben es que no vivirlo es un sacrificio mucho más grande aún. No podemos ser complacientes por falta de dinero, conocimiento, por no vivir en el lugar correcto o por no pertenecer al círculo social correcto. La buena noticia es que preocuparse no es un sacrificio. Es divertido y tiene mucha trascendencia.

¿Cómo ponemos un poco de judaísmo en nuestros hogares? Si le preguntas a quienes crecieron con él, todos te dirán lo mismo: los rituales simples son lo que hacen el mayor impacto. Encender las velas de Shabat, decorar una sucáh o comer matzáh en Pesaj. Poner mezuzot en todas las puertas, colocar orgullosamente algún libro judío en la mesita del comedor, decir el Shemá con nuestros hijos, colgar una bandera de Israel en el Día de la Independencia. Esos son los momentos que pueden forjar a un judío interesado en sus raíces incluso en el pedregoso escenario de la amenaza de la asimilación.

Nuestra Toráh y el calendario judío están llenos de un auténtico tesoro de tradición y significativos rituales, que nos permiten enriquecer nuestra vida de una forma única, llena de momentos memorables de celebración y sabiduría, y todo con ese inimitable sabor judío.

Esos son los momentos que me mantuvieron en el judaísmo. También pueden influenciarte a ti y a tus hijos.

quinta-feira, janeiro 10, 2013

Perasháh da semana em português. Vaerá (Shemot - Éxodo 6:2 – 9:35)

Sofre pela dor de seu povo

Vaera sefer shemot

“Então Moisés, voltando-se para o Senhor, disse: Senhor, por que maltratas este povo? Pois desde que me apresentei a Faraó, para lhe falar em teu nome, ele tem maltratado este povo, e, de fato, não libertaste o teu povo!” (Êxodo 5:22-23)

Moisés nosso mestre, o mais humilde dentre todos os homens, lança palavras duras contra o Senhor. Dando os seus primeiros passos como líder do povo, lança um desafio contra as virtudes do Abençoado Seja Seu Santo Nome, criticando-o forte e destemidamente, sobre as ações divinas: “Por que maltratas este povo? ……… Pois desde que me apresentei a Faraó, para falar em teu nome, ele tem maltratado este povo, e, de fato, não libertaste o teu povo.” Percebe-se um tom raivoso e agressivo dentro da acusação esta. O Senhor, a julgar-se pelas aparências, violou a promessa que fez a Moisés e a seu povo. Angustia-se com a saída do povo e sofre pela sua aflição. E o Senhor,aparentemente, não é sensível ao grito do seu povo.

Como ousa um ente de carne e osso falar assim com o Senhor do universo? Pois não se consideraria tal forma de falar como um pecado que não tem expiação, e ainda especialmente, quando saem da boca do maior de todos os profetas ?!

Os nossos sábios, de abençoada memória, discutiram a respeito desta questão, e suas opiniões a respeito são trazidas no Talmud (Tratado Sanhedrin, página 100, folha A):

“Assim falou o Abençoado Seja Seu Santo Nome a Moisés: É pena por aqueles que se perderam e não estão mais ! Disse a Abraão (Gênesis 13:17): ‘Levanta-te! Percorre essa terra no seu comprimento e na sua largura, porque eu ta darei’ – pediu um lugar para enterrar Sara e não o encontrou, até que comprou por 400 shekels de prata – e não vacilou diante da base de meus princípios; disse a Isaac (Gênesis 26:3): ‘Habita nesta terra, eu estarei contigo e te abençoarei’ – pediram os seus servos água para beber e não a encontraram, até que provocaram uma contenda – e não contestou perante os meus princípios. Disse a Jacó (Gênesis 28:13): ‘A terra sobre a qual dormiste, eu a dou a ti e à tua descendência.’ Pediu por um lugar onde pudesse erguer a sua tenda, e não o achou, até que comprou por 100 kessita (moeda do tempo bíblico) – e não contestou perante meus princípios. E não me disseram: Qual é o teu nome? E tu me respondeste: ‘Qual o teu nome’, no começo. E agora tu dizes: ‘e, de fato, não libertaste o teu povo’ ?!”

E será o caso que Moisés, o maior dos profetas, tem algo de inferior em relação a Abraão, Isaac e Jacó, sendo que eles não contestaram os princípios do Abençoado Seja Seu Santo Nome. E então Moisés contestou?

Mas todas as tentativas feitas por eles, pelos pais, não se relacionaram senão em suas questões pessoais, ligadas a eles próprios, e sendo assim, receberam tudo com boa vontade e com amor. Mas aqui, no caso de Moisés nosso mestre, quando a questão se refere a muitos, à totalidade do povo de Israel, aqui não poderia o líder, o pastor de Israel, ser comedido e mesmo silenciar, mas sacrificou-se e empenhou-se pelo bem de seu povo Israel.

E acrescente-se ainda a isto: As duras palavras de admoestação proferidas por Moisés contra o Senhor, saíram dum coração magoado, onde está a ferida sangrando de toda a nação. De sua boca, irrompeu o brado irado de todo o povo: “… e, de fato, não libertaste o teu povo!”. Neste brado rebelde, revela-se Moisés em toda a sua grandeza. Este grito vem a ser o ponto de mutação, onde o julgamento severo transforma-se em branda misericórdia, “E sendo que observou o Abençoado Seja Seu Santo Nome que pela aflição de Israel havia-se manifestado Moisés desta forma, voltou e se conduziu perante o seu povo com misericórdia” (Yalkut Shimoni Behaalotcha, 11).

Shabat Shalom

Perasháh de la semana en español–Vaera (Shemot - Éxodo 6:2 – 9:35)

Agradecimiento, un valor eterno en el

Pueblo Judío.

vaera exodo

Leímos en la Parashá anterior: “Y surgió un rey nuevo en Egipto, que no conoció a Iosef” (Shemot - Éxodo 1:8). Es extraño: ¿Acaso Paró (El Faraón) no estudió la historia de Egipto? ¿Realmente no escuchó respecto a Iosef, que trajo una gran bendición para Egipto? Nuestros sabios lo notaron, y dijeron que “se hizo” el que no conoció a Iosef. Paró no reconoció la gran bondad que hizo Iosef para con Egipto, y dicen nuestros sabios que por ello se fue corrompiendo hasta que llegó al punto de desconocer la bondad que D-os le entrega, y dijo “¿quién es el Eterno para que oiga Su voz a fin de enviar a Israel? No conozco al Eterno, ni tampoco enviaré a Israel” (Shemot 5:2). Nuestros sabios lo comparan con “una persona que apedreó la estatua del rey, la apresó y luego la dejo en su lugar. Al otro día, apedreó al rey mismo” (Shemot Rabá 1). “Todo el que desconoce el bien que le hace su compañero, al otro día desconocerá la bondad que le hace Su Creador” (Shemot Rabá 1). Y lo explica el Rav Elimelej Bar Shaul zt”l (Autor del libro Min HaBeer): “El que no reconoce el bien que le hace su compañero, se desentiende y lo niega, es como si lo hubiese apedreado…”. Pero no termina con eso, sino que “es como si apedrease la esencia de Su Creador, ataca y desprecia la imagen y semejanza Divina que se encuentra en él mismo”. Porque toda manifestación del bien, de buenos pensamientos y buen corazón, ilumina y tiene su origen en la imagen y semejanza Divina que existe en cada persona, y si el que la recibe disfruta de ella y desconoce al que se la hizo, realmente es como si apedrease la estatua del rey - con todo lo espantoso de esa actitud. Y las cosas no terminan allí, sino que al otro día apedreará al rey mismo, al Rey de los reyes, a D-os mismo, que creó al hombre a Su imagen y semejanza. Y si en cuanto a una persona de carne y hueso, el mal agradecido puede apedrearlo literalmente, en cuanto a D-os, esa ingratitud se expresa con una actitud que inflige un daño, que lastima a los fundamentos de los valores del Judaísmo.

Y así también explicó el RaLbaG (Rabí Leví ben Guershon) respecto al versículo “el que devuelve mal a cambio del bien que recibe, el mal no se apartará de su casa” (Mishlé - Proverbios 17:13), “porque el que no agradece a las personas las bondades que le hacen, tampoco le agradecerá a D-os por las bondades que le otorga, y es ahí donde continuamos esclavos de «Mitsraim»”.

Y en contraste con la oscuridad, será resaltada la luz. En nuestra Parashá Moshé es enviado a sacar a los Hijos de Israel de Egipto a través de diez plagas, pero las tres primeras plagas no las inicializa Moshé, sino que Aarón. ¿Por qué? Nos enseña Rashi (Rabí Shemuel Itsjaki): “Porque el río protegió a Moshé cuando fue tirado en él, y por eso no fue herido por él con la plaga de sangre, ni tampoco de la rana, sino que fue Aarón el que las hizo” (Rashi, Shemot 7:19).

Y también respecto a la plaga de los piojos, D-os le dijo a Moshé “dile a Aarón, extiende tu bastón y golpea el polvo de la tierra” (Shemot 8:12). Dice Rashi: “No era correcto que el polvo fuese «atacado» por Moshé, porque lo protegió cuando mató al Egipcio y lo escondió en el polvo, y por eso lo hizo Aarón”.

Y preguntamos: ¿Qué bondad “hizo” el río para con Moshé? ¿Cuánto “esfuerzo” invirtió el río en hacer flotar la canasta de Moshé? ¿Cuánto se esforzó el polvo en esconder al egipcio? Nos enseña la Toráh un gran principio básico: “¡Agradecer no es un favor para con el río o el polvo, sino que tú eres el que necesitas el agradecimiento! El agradecer es en primer lugar para contigo mismo: Si Moshé le producirá algún daño al que le proporcionó provecho, le faltará algo en su ser, no llegará a la plenitud. Y ya vimos a donde puede llegar semejante actitud, como nos enseñaron nuestros sabios en cuanto a la actitud de Paró” (Sijot LeSefer Shemot, Rav Avigdor Nebentzal,).

El Rav Abraham Hacohen Kuk Z”L, nos enseña que a través de la virtud del agradecimiento la persona llega a reconocer la bondad que le otorga D-os, “el agradecimiento es una gran fuerza del ser… cuanto más grande y más continuo sea el bien… según la grandeza del que hace la bondad, así también aumentará el agradecimiento para con el que le otorga la bondad, bendito sea, haciendo lo bueno y lo correcto a Sus ojos”, porque la persona entiende que esa es la forma de agradecerle al Creador, hacer lo que es bueno a Sus ojos y no hacer lo que es malo (Musar Avija,).

Si aprendimos que la ingratitud conduce a la arrogancia – como le sucedió a Paró – ahora aprendemos que el agradecimiento conduce al reconocimiento de la bondad Divina, y Su caridad continua para con nosotros. Y de esa forma fortaleceremos nuestro agradecimiento para todo el que nos rodea, para con los padres, para con la esposa, para con los hijos, para nuestros maestros y educadores, para nuestros líderes - también tratándose de detalles que son sobreentendidos - y seremos merecedores de esa forma de la elevada virtud del reconocimiento de la bondad de D-os para con nosotros siempre, en todo momento y en cada hora.

Es ahí, en ese instante, que salimos de la esclavitud, dejamos «Mitsraim», y vencimos a «Paró». Somos libres, y comprendemos la dimensión de la Toráh y de la misericordia y bondad del Creador.

Shabat Shalom

terça-feira, janeiro 08, 2013

La Bondad de un hombre frente a la serpiente.

La Bondad de un hombre frente a la serpiente

No es buen consejo

Por un camino que bordeaba un bosque venia un hombre bueno, misericordioso, que vio como unos niños desaprensivos torturaban una serpiente. La atarón a un palo y la obligaban a mantenerse erguida.

El Caminante reprendió a los jóvenes, que huyeron con la cabeza gacha, y desato a la serpiente. Luego la acaricio para que entrase en calor y se repusiese.

La serpiente, una vez que hubo recuperado sus fuerzas, se enrollo alrededor del cuello de su salvador.

- ¿Qué haces? – exclamo el hombre –. ¡No pretenderás ahogar a quien le debes la vida!

- ¿Y por qué no? – pregunto la serpiente –. En mi naturaleza está el pagar el bien con el mal.

El hombre protestaba, y la serpiente aducía sus razones. Puesto que no se ponían de acuerdo, buscaron un árbitro de su disputa. Por ahí caminaba la zorra, que estaba observando todo atentamente. Ella accedió a juzgar el caso.

- Esta bien – dijo –. Pero para dictar sentencia debo ver con mis propios ojos como ocurrió todo. Vamos, ata a la serpiente – ordeno al hombre.

Y, cuando la serpiente estuvo de nuevo inmovilizada, la zorra sentencio:

- Ahora las cosas están como antes. Tú – y se dirigió a la serpiente -, trata de liberarte sola. Y tú, hombre insensato, aprende a no malgastar tu tiempo desatando serpientes.

Moraleja:

Si ves que alguno se encuentra

metido en asuntos malos,

no te mezcles,

pues suele pasar que el que suelta el péndulo

lo ve caer sobre él.

sexta-feira, janeiro 04, 2013

Perasháh em português: Shemot (Shemot - Exodo 1:1–6:1) – 2º Parte

2º comentário

Shemot

Saiba os nomes são uma forma de educação judaica

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educacion judía

Um dos mais cruéis decretos do faraó contra os judeus foi sua ordem de atirar todos os recém-nascidos do sexo masculino ao Rio Nilo, como está relatado na porção desta semana, Shemot.

A Hagadáh de Pêssach, lida todos os anos no sêder de Pêssach, acrescenta o seguinte: “E nosso fardo – isso recorda o afogamento dos meninos, como está escrito: «Todo filho que nascer deve ser jogado ao rio, mas cada filha deve ser mantida viva».”

Nossos Sábios explicam que a palavra "fardo" é igualada à criação e educação dos filhos, implicando a importante responsabilidade que recai sobre os pais judeus. Nossos Sábios entenderam que grande esforço deve ser empregado para educar adequadamente crianças judias. Pais e professores devem compartilhar o envolvimento nessa sagrada tarefa, investindo muito tempo e energia para assegurar uma nova geração que continuará levando seu legado adiante: e com alegria e orgulho!

Porém, juntamente com o reconhecimento de que educar filhos judeus é trabalhoso, a Toráh promete que as recompensas que colheremos valerão a pena. De fato, quanto mais auto-sacrifício um pai faz em favor da educação judaica de seus filhos, mais certeza terá de que eles serão fortes em seu Judaísmo e intocados pelo perverso decreto do faraó, seja há milhares de anos ou na atualidade. Foram exatamente esses bebês judeus nascidos sob a ameaça de extinção no Egito os primeiros a reconhecer D’us na abertura do Mar Vermelho, declarando: "Este é meu D’us e eu O exaltarei."

Por que criar crianças judias exige tanto esforço? Porque nossos filhos são o alicerce sobre o qual se apoia toda a nação judaica. Esse segredo há muito é conhecido por nossos inimigos. Foi por esse mesmo motivo que na Rússia comunista as autoridades tentaram, com rigor especial, suprimir o estudo de Toráh em escolas frequentadas pelas crianças judias mais novas. "Eles terão tempo suficiente para estudar Toráh quando crescerem" – alegavam os comunistas, sabendo muito bem que os anos de formação passados pela criança numa atmosfera judaica representava a maior das ameaças ao regime ateu.

No Talmud, Rabi Yehoshua ben Gamla (Talmud Babilônio – Tratado Baba Batra 21A) é lembrado por causa de sua inovação educacional – a instituição de aulas de Toráh mantidas com dinheiro público, começando aos cinco ou seis anos de idade, em todas as localidades onde morassem judeus. Milhares de anos depois, seu nome ainda é homenageado por causa dessa conquista.

Os pais judeus, portanto, devem fazer tudo que estiver ao seu alcance – físico, espiritual e monetariamente – para assegurar que seus filhos sejam matriculados em escolas onde serão instilados com nossos valores judaicos atemporais. Pois a educação de nossos filhos é de fato nosso "fardo"; às vezes são exigidos sacrifícios pessoais. Por esse mérito, criaremos uma geração de judeus que nos indicarão o caminho para reconhecer e aproximar-nos do Criador e a sua vez fortalecer os elos da cadeia milenar do judaísmo.

Perasháh da semana em português. Shemot (Shemot – Éxodo 1:1–6:1)

1º Comentario

Shemot

O Papel da Mulher Judia

Shemot

Na porção semanal de Shemot lemos sobre o começo da escravidão de nossos antepassados no Egito e sobre os fatores que os redimiram. Nossos sábios observam que as mulheres do futuro Am Israel (Povo de Israel) no Egito eram responsáveis pela Redenção; derrotaram o faraó e suas intrigas acendendo a chama dos valores espirituais no coração de sua geração.

Em nossa sociedade contemporânea a mulher judia tem sido colocada na delicada posição de timoneiro do barco de sobrevivência judaica. A educação das crianças é quase que totalmente legada a ela. Caso renegue sua responsabilidade, há pouco a fazer por parte de seu marido, para retificar sua decisão. Uma investigação mais vasta na composição de nossa vida comunitária mostrará que a mulher contemporânea está exercendo sua influência quase em todas as áreas judaicas. Geralmente é ela que determina qual escola seus filhos irão frequentar. É ativa, tanto nos círculos de sua comunidade quanto na sociedade cívica. Muito do sucesso obtido na angariação de fundos de beneficência deve ser atribuído à sua participação.

Estamos confiantes que a mulher judia, uma vez consciente de seu papel singular, já aceitou o desafio de redimir o judeu do século XXI da escravidão da ignorância judaica e da indiferença que ameaça sua sobrevivência nos dias atuais. Seu conhecimento sobre os valores torna-se imprescindível.

Perasháh de la Semana en español. Shemot (Shemot – Exodo 1:1–6:1)

Shemot

Cuidado con las tacticas del Faraón

shmot

Esta semana comenzamos a leer el comienzo del éxodo. La Toráh nos relata cómo los hijos de Iahacov – Bene Israel (ya que el otro nombre de Iahacov es Israel) pasaron de ser los invitados ilustres de Egipto a convertirse en esclavos.

Uno de los midrashim[1] más interesantes nos cuenta que el Faraón cuando ideó el plan para someter al futuro Am Israel, es decir a los descendientes del Iahacov Avinu – Iahacov nuestro Patriarca, sabía que debía hacerlo en pasos, al principio les ofreció trabajo pagándoles por el mismo, incluso él también participaba junto a los trabajadores y los alentaba, poco a poco fueron restringiendo los beneficios, hasta que finalmente todos ellos fueron esclavizados y torturados.

Los nazis también utilizaban la misma táctica fueron limitando los derechos civiles de los judíos poco a poco, culminando con el exterminio masivo de la mayoría de la población judía de Europa.

Es conocido el experimento con el sapo en el agua caliente. Si metemos un sapo en agua caliente saltara automáticamente salvando su vida, pero si lo metemos en agua fría y lentamente la vamos calentando el sapo se quedará hasta morir cocinado.

Hoy en día creo que también en nuestras vidas podemos ver este patrón. Hay muchas cosas que nunca hubiésemos aceptado hacer como individuos y como sociedad, pero lentamente vamos cediendo, cuando queremos darnos cuenta nos encontrarnos totalmente subyugados y sometidos.

No permitamos que el "Faraón" de nuestros días nos engañe y nos convenza, seamos fieles a nuestros principios e ideales, no nos dejemos doblegar.

¡Shabat Shalom!


[1] Midrashim: Midrash (מדרש; "explicación", plural midrashim) es un término hebreo que designa un método de exégesis de un texto Bíblico, dirigido al estudio o investigación que facilite la comprensión de un pasaje Del TaNaJ (Biblia) pero muy utilizado para comprender pasajes de la Toráh. El término midrash también puede referirse a una compilación de enseñanzas midráshicas en forma de comentarios legales, exegéticos u homiléticos del TaNaJ (Biblia hebrea).