sexta-feira, setembro 12, 2014

Teshubá: Meditemos en ella

Teshubá: Meditemos en ella.



En este envío del Blog: pensamentosdorabino.blogspot.com, traemos dos conceptos excelentes del Rabino Yosef Bitton, el cual con su didáctica nos coloca la idea de la Teshubá en perspectiva. Editados por el Rabino en su página: Halaja of Day

Shabat Shalom Umeboraj
Rabino Rubén Najmanovich
 
Halaja of the Day 
TESHUBA vs. la excusa más antigua del mundo

En la opinión de HaRambam, Maimónides, la Teshubá consta de tres pasos:

1. HAKARAT HAJET,  la admisión de nuestra responsabilidad personal.
2. VIDUY,  la confesión sincera por lo malo que hemos hecho.
 
3. AZIBAT HAJET,   la determinación de abandonar nuestros malos hábitos y de corregir nuestro accionar.
 
HAKARAT HAJET, admitir que hemos actuado mal, es probablemente el desafío más difícil que tenemos que superar al hacer Teshubá. Porque naturalmente tendemos a justificar y racionalizar todo lo malo que hemos hecho. O quizás porque podríamos caer en la trampa sicológica más antigua de la historia: "la transferencia de culpa".

Todos sabemos que HaShem castigó a Adán y Eva y los expulsó del paraíso. Pero ¿por qué se los castigó? ¿Fue por qué comieron del árbol prohibido?
Probemos esto. Pongamos en una mesa todo tipo de caramelos, dulces y pasteles frente a un niño de seis o siete años. En el centro de la mesa coloquemos una sencilla aceituna verde. Ahora, le decimos al niño: 'Puedes comer lo que tú quieras, excepto la aceituna verde'. Será sólo una cuestión de tiempo hasta que el niño desobedezca, deje todos los azucares y carbohidratos y tome la aceituna.  El fruto prohibido despierta una curiosidad y un deseo irresistible, sólo porque no lo podemos tener.  Según el rabino Yosef Albo (España, 1380-1444), el pecado de Adam y Javá no fue que comieron de la fruta prohibida. Según su opinión, HaShem sabía que tarde o temprano iban a caer en la tentación. Según Rabbí Yosef Albo HaShem quería enseñarle a la primera pareja humana el "derej teshubá", hacerse cargo de sus errores, confesar y arrepentirse de sus malas acciones. Sabiendo que cometer errores es parte de la naturaleza humana, HaShem les ofreció la oportunidad de aprender a reparar la relación con Él, a través de la Teshubá!
 
Para Rab Albo, el pecado original ocurrió cuando en lugar de admitir su responsabilidad y pedir perdón por haber desobedecido a HaShem, Adam "transfirió la responsabilidad" a Eva, diciéndole a Dios: "La mujer que Tú me diste (Tú = refiriéndose a "Dios"... Adam, indirectamente, estaba culpando también a D-os!) me tentó a comer del fruto y comí". HaShem entonces cuestionó a Eva, pero ella también reaccionó transfiriendo la culpa:  "Yo no fui" dijo Javá " "La serpiente me obligó a hacerlo ".

El desplazamiento de nuestra culpa, es decir, cuando atribuimos a otras personas la responsabilidad de nuestros errores, es uno de los principales obstáculos para el arrepentimiento, y por sobre todo el más antiguo.

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El Arte de Arrepentirse

כי לא תחפוץ במות המת כי אם בשובו מדרכו וחיה
"Porque Tú no deseas la muerte del que merece la muerte,  sino que [deseas que] regrese de su [mal] camino y viva"

En esta berajá le pedimos a Dios que nos ayude en el proceso de nuestra teshubá (= arrepentimiento).  Teshuba literalmente significa "volver", regresar a la senda correcta.
Decimos en esta berajá:

"Haznos regresar, nuestro Padre, a Tu Tora ..."

Los rabinos del Talmud dicen que el pecado es la consecuencia de un estado de insania temporal.  en adam ba lide jet... 'una persona no pecaría, a menos que estuviese poseído por un espíritu [temporal] de locura (shetut)'.  A veces nuestra imaginación toma el control de  nuestra mente y estamos virtualmente "poseídos" por pensamientos relacionados con vicios, adicciones, materialismo, ambición, lujuria, etc. En ese momento nuestra mente racional se nubla y nuestro capacidad autocrítica desaparece. En ese momento estamos expuestos a desviarnos del camino correcto.... Una vez que recuperamos nuestro juicio, lo primero que nos damos cuenta es que abandonar el camino de la virtud no fue una buena idea. Y hasta nos preguntamos:¿Cómo es posible que  nuestra mente no nos haya advertido de las consecuencias de nuestras malas acciones? Pero nuestra mente no estaba allí... Por eso nuestros Jajamim  comparan la transgresión con un estado temporal de insania. 
Cuando nos desviamos, el camino de regreso no siempre es sencillo. Por lo tanto, en esta berajá le pedimos ayuda a HaShem  para volver a la senda de Su Torá.
 
"Y acércanos, nuestro Rey, a Tu servicio" 

Servir  a HaShem consiste en la práctica y la aplicación de todo lo que aprendemos en la Torá. Por eso decimos primero que debemos volver a estudiar Torá, lo cual nos llevará a servir correctamente a Dios.
"Y haz que regresemos completamente hacia Ti ..."

Cuando decimos: "Haz que regresemos", "acércanos", etc. no queremos decir  que esperamos que Dios haga estas acciones por nosotros mientras permanecemos pasivos.  Los seres humanos fuimos bendecidos con la libertad de elección. Lo que implica que somos completamente responsables por nuestras acciones morales. Lo que estamos pidiendo con humildad es que HaShem nos ayude, nos inspire y nos asista para volver a Él y a Su Torá.
"Baruj Atá HaShem haRotsé bitshuba".

Bendito eres Tú, HaShem, que quieres (nuestro) arrepentimiento.
Afirmamos ahora que Dios quiere que volvamos hacia Él. Un principio judío muy importante es que HaShem nos quiere como un padre o una madre ama a sus hijos. Al igual que un padre que no siente placer al castigar a uno de sus hijos, HaShem no desea castigar al que se equivocó. Él quiere que Sus hijos vuelvan al camino correcto. Por eso nos atrevemos a pedirle a Dios que nos ayude en nuestro regreso hacia Él. Sabemos que HaShem "quiere" nuestro arrepentimiento, porque nos ama como un padre y como tal desea nuestro bien.