domingo, setembro 29, 2013

TIEMPO DE LLUVIAS: Mashiv haruaj, umorid hagueshem.

gueshem

Comenzamos a citar el párrafo "Mashib Haruaj." en la plegaria de Musaf (adicional) de la festividad de Simjat Torá (shemini atzeret, fuera de Israel). No se trata de un pedido formal por las lluvias sino de una alabanza al Creador, por ello se denomina en el lenguaje rabínico "Gueburot Hagueshamim", o sea el poder de las lluvias.

El pedido formal por lluvias se realiza en la bendición de "barej alenu" y existen algunas diferencias entre este pedido y la alabanza de mashib haruaj.

La primera de estas diferencias es que comenzamos a citar mashib haruaj desde la plegaria de Musaf de Shemini Atzeret, como ya lo recordamos, en tanto que el pedido de las lluvias comienza realizarse en Israel el día 7 de Jeshvan y fuera de Israel el 5 de Diciembre.

Afirma el Talmud (Berajot 33) que introducimos esta alabanza de mashib haruaj por las lluvias en la bendición "ata guibor" al comienzo de la "amidá", pues esta bendición se refiere a la resurrección de los muertos, lo cual de alguna forma se asemeja a la acción de las lluvias.

El pedido de las lluvias se realiza en la bendición denominada "bircat hashanim", la bendición por el año, pues esta bendición hace referencia al sustento del hombre durante el año y las lluvias son parte del sustento del ser humano.

Entre las comunidades sefaraditas y algunas comunidades ashkenacies, se acostumbra en verano a agregar la frase "morid hatal" en la bendición "ata guibor" de la amidá.

Según esta costumbre, si olvidó recitar "mashib haruaj" y en su lugar dijo "morid hatal" y ya terminó la bendición, no debe repetirla.

Sin embargo, si no cita ninguna de estas fórmulas (como acostumbran algunas comunidades ashkenacies en verano), si no terminó todavía la bendición de "ata Kadosh", debe citar "mashib haruaj umorid hagueshem" antes de esta bendición y continuar su plegaria en forma habitual.

Si ya hubiese pronunciado la bendición de "ata kadosh", deberá necesariamente recomenzar la amidá.

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Por la pronta recuperación del Risho LeTsion Harav Ovadia Yosef Shlita

La Cabaláh de la Superstición

Mentes Supersticiosas

 

energia de tus manos

Utiliza un hilo rojo si quieres, pero no como un talismán mágico.

Casi todos han visto el hilo rojo. Si no en la muñeca de Madonna, entonces en la de Demi Moore o en la de Ashton Kutcher. O en la mitad de la gente dando vueltas en la calle.

¿Qué significa?

Uno de los ítems requeridos para construir el Mishkán, el Tabernáculo portátil que acompañó al pueblo judío en el desierto, era hilo rojo (Éxodo 26:1). La tintura roja venía de un tipo de gusano, enseñando que hasta el humilde gusano tenía un rol en la residencia de D-os. Desde entonces, el hilo rojo en la muñeca tenía la función de recordarnos obtener inspiración de D-os y mantener nuestros egos en jaque.

Desafortunadamente, como con tantas otras cosas, el significado del hilo rojo ha sido corrompido. En lugar de ser un recordatorio para poner los pies en la tierra cuando estamos centrados en nosotros mismos, se ha convertido en un amuleto, un escudo protector. Se supone que el pequeño hilo rojo puede protegernos de enfermarnos, de robos, accidentes. Puede conseguirnos un trabajo, una esposa, un bebé.

Entonces todo lo que necesitas es tomar mucho hilo rojo, darlo vuelta alrededor de la tumba de Rajel unas cuantas veces, recitar algunas bendiciones, y voila: ¡un talismán mágico! Sin embargo, esto es una descarada violación a la Torá, y está a miles de kilómetros de su objetivo original.

En las Jambas de tus Puertas

De la misma manera, la mezuzá también ha sido imbuida con poderes especiales, de acuerdo a algunas personas. El mandamiento de ubicar las palabras de D-os “en las jambas de tus puertas” es para nosotros, literalmente, un recordatorio. “Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro D-os, el señor es Uno”. es nuestra afirmación diaria de nuestra creencia en D-os, nuestra declaración de que D-os dirige el mundo, y nuestro compromiso de seguir las leyes que D-os nos dio.

Y sin embargo, la mezuzá ha sido disminuida a un amuleto de buena suerte, protegiéndonos de espíritus malvados. Consideramos a la mezuzá como una pata de conejo (lo que nunca ha representado mucha suerte para el conejo). Algunos usan la mezuzá como un pendiente o como un adorno, y otros ubican a la mezuzá en el tablero de su auto. Mientras que esto puede ser una bonita exposición de identidad judía, no está relacionado en absoluto con el mandamiento de “pon estas palabras en las jambas de tus puertas”.

En La Guía de los Perplejos, Maimónides incluye específicamente el uso de amuletos y fetiches en su definición de idolatría. Imbuirles a estos ítems “poderes” especiales diluye la fuente verdadera de todo poder, que es D-os. Hay mucha gente con hilos rojos que tiene problemas. Y sí, hay muchas historias de gente que ha tenido una lesión o una enfermedad, y después de ponerse un hilo rojo, su lesión sana. Por supuesto, no es una coincidencia, pero tampoco debemos creer que el hilo rojo los curó mágicamente.

Todos estos símbolos son recordatorios de que todo proviene de D-os.

Los judíos no tocamos madera, ni tiramos sal sobre nuestros hombros. Está bien, no deberíamos pasar por debajo de una escalera, ¡pero es por cuestiones de seguridad! Entonces, siéntete seguro de dejar que un gato negro se cruce en tu camino. Utiliza un hilo rojo si deseas, para recordar a tu matriarca Rajel y su santidad, o para recordar ser humilde, pero no para otras cosas.

Asegúrate de que la mezuzá en el marco de tu puerta es casher, porque si no lo es, no estás cumpliendo la mitzvá de “pon estas palabras en las jambas de tus puertas”. Toca tu mezuzá cuando pases como un recordatorio de que las palabras de D-os son una guía de cómo deberíamos vivir nuestras vidas. Utiliza un jamsa como un recordatorio para no ser fanfarrón, para no poner celosos a los demás. Utilízala como un recordatorio para no dar a los demás “mal de ojo”, para no ser resentido del éxito de los demás, para no desear lo que los demás tienen.

Eso es lo que son todos estos símbolos, recordatorios de que todo proviene de D-os. Toda protección, todo éxito, toda bendición, y hasta todo fracaso, todo proviene de Una Única Fuente. Con estos símbolos, lo que ellos invocan es el poder más grande de todos.

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Utiliza un hilo rojo si quieres, pero no como un talismán mágico.

Casi todos han visto el hilo rojo. Si no en la muñeca de Madonna, entonces en la de Demi Moore o en la de Ashton Kutcher. O en la mitad de la gente dando vueltas en la calle.

¿Qué significa?

Uno de los ítems requeridos para construir el Mishkán, el Tabernáculo portátil que acompañó al pueblo judío en el desierto, era hilo rojo (Éxodo 26:1). La tintura roja venía de un tipo de gusano, enseñando que hasta el humilde gusano tenía un rol en la residencia de Dios. Desde entonces, el hilo rojo en la muñeca tenía la función de recordarnos obtener inspiración de Dios y mantener nuestros egos en jaque.

Desafortunadamente, como con tantas otras cosas, el significado del hilo rojo ha sido corrompido. En lugar de ser un recordatorio para poner los pies en la tierra cuando estamos centrados en nosotros mismos, se ha convertido en un amuleto, un escudo protector. Se supone que el pequeño hilo rojo puede protegernos de enfermarnos, de robos, accidentes. Puede conseguirnos un trabajo, una esposa, un bebé.

Entonces todo lo que necesitas es tomar mucho hilo rojo, darlo vuelta alrededor de la tumba de Rajel unas cuantas veces, recitar algunas bendiciones, y voila: ¡un talismán mágico! Sin embargo, esto es una descarada violación a la Torá, y está a miles de kilómetros de su objetivo original.

En las Jambas de tus Puertas

De la misma manera, la mezuzá también ha sido imbuida con poderes especiales, de acuerdo a algunas personas. El mandamiento de ubicar las palabras de Dios “en las jambas de tus puertas” es para nosotros, literalmente, un recordatorio. “Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el señor es Uno”. es nuestra afirmación diaria de nuestra creencia en Dios, nuestra declaración de que Dios dirige el mundo, y nuestro compromiso de seguir las leyes que Dios nos dio.

Y sin embargo, la mezuzá ha sido disminuida a un amuleto de buena suerte, protegiéndonos de espíritus malvados. Consideramos a la mezuzá como una pata de conejo (lo que nunca ha representado mucha suerte para el conejo). Algunos usan la mezuzá como un pendiente o como un adorno, y otros ubican a la mezuzá en el tablero de su auto. Mientras que esto puede ser una bonita exposición de identidad judía, no está relacionado en absoluto con el mandamiento de “pon estas palabras en las jambas de tus puertas”.

En La Guía de los Perplejos, Maimónides incluye específicamente el uso de amuletos y fetiches en su definición de idolatría. Imbuirles a estos ítems “poderes” especiales diluye la fuente verdadera de todo poder, que es Dios. Hay mucha gente con hilos rojos que tiene problemas. Y sí, hay muchas historias de gente que ha tenido una lesión o una enfermedad, y después de ponerse un hilo rojo, su lesión sana. Por supuesto, no es una coincidencia, pero tampoco debemos creer que el hilo rojo los curó mágicamente.

Todos estos símbolos son recordatorios de que todo proviene de D-os.

Los judíos no tocamos madera, ni tiramos sal sobre nuestros hombros. Está bien, no deberíamos pasar por debajo de una escalera, ¡pero es por cuestiones de seguridad! Entonces, siéntete seguro de dejar que un gato negro se cruce en tu camino. Utiliza un hilo rojo si deseas, para recordar a tu matriarca Rajel y su santidad, o para recordar ser humilde, pero no para otras cosas.

Asegúrate de que la mezuzá en el marco de tu puerta es casher, porque si no lo es, no estás cumpliendo la mitzvá de “pon estas palabras en las jambas de tus puertas”. Toca tu mezuzá cuando pases como un recordatorio de que las palabras de Dios son una guía de cómo deberíamos vivir nuestras vidas. Utiliza un jamsa como un recordatorio para no ser fanfarrón, para no poner celosos a los demás. Utilízala como un recordatorio para no dar a los demás “mal de ojo”, para no ser resentido del éxito de los demás, para no desear lo que los demás tienen.

Eso es lo que son todos estos símbolos, recordatorios de que todo proviene de Dios. Toda protección, todo éxito, toda bendición, y hasta todo fracaso, todo proviene de Una Única Fuente. Con estos símbolos, lo que ellos invocan es el poder más grande de todos.