sexta-feira, junho 19, 2015

La Comida Caliente en Shabat

O uso da chapa elétrica no Shabat

Chapa 1


Vimos ontem o caso da solução de se cobrir o fogo – cobrir uma das bocas do fogão caseiro com uma chapa de metal (“plata”) e, de preferência, também os botões de regulagem do fogo.

Nestas condições, é permitido colocar um alimento que não está totalmente cozido sobre esta fonte de calor, na sexta-feira, antes da entrada do Shabat.

Isto porque, com esta precaução, não há o risco de que a pessoa aumente sem querer a intensidade do fogo no Shabat, para acelerar o cozimento do alimento, já que a cobertura servirá de lembrete de que é Shabat, e de que é proibido mexer com a intensidade do fogo neste dia sagrado.

Esta é a vantagem da utilização da chapa elétrica (“plata”), que equivale ao fogo coberto.

Os Poskim (rabinos legisladores) escreveram, no entanto, que o ideal é que todos os alimentos estejam totalmente cozidos na sexta-feira, para evitar outras situações proibidas. Por exemplo, se, no Shabat, a pessoa levantar a tampa da panela – que está sobre qualquer fonte de calor intenso (fogo coberto ou não) – que contém um alimento não totalmente cozido, não poderá tampar de volta a panela, pois isso acelerará o cozimento. Ou mover essa mesma panela de um local para outro da plata, também será proibido, pelo mesmo motivo.

Beteavon, Bom apetite,

Shabat Shalom

Casamiento Judío: 1° Parte

Casamiento Judío

1° Parte

anillos

Maimónides explica que la institución del matrimonio es una innovación bíblica (Mishné Toráh Hiljot Ishut 1: 1). Antes de que la Torá fuera entregada al pueblo judío, dice, un hombre encontraba una mujer, la llevaba a su casa, vivían juntos y traían hijos al mundo sin ningún compromiso público entre ellos y sin ninguna ceremonia formal. Además, dado que en la antigüedad no existía la institución del matrimonio, no había un proceso formal de divorcio. Por lo tanto, si uno de ellos deseaba dejar a la familia, podía hacerlo en cualquier momento.

La Torá estableció la Mitzvá del matrimonio: cuando un hombre y una mujer desean vivir juntos, primero, deben casarse. Esto se aprende del Pasuk (versículo) en Devarim 22,13: "Cuando un hombre toma (= se casa con) con una mujer ...".

El matrimonio judío es un acto de carácter público y por lo tanto se requiere la presencia de dos testigos. También es una norma aceptada que, en circunstancias normales, la boda se lleve a cabo en presencia de por lo menos un Minyan (diez hombres adultos).

La ceremonia de casamiento consiste en dos etapas: Kidushin (o irusín) y jupá (o nisuín). El primer paso, Kidushin, es el compromiso formal y legal, que no debe confundirse con la palabra o compromiso que celebramos hoy en día. El Kidushin se celebra principalmente para sellar el compromiso formal de casarse. El Kidushin se realiza a través del kinian, o proceso legal de adquisición. Hoy en día se acostumbra hacer este kinian entregándole un anillo a la novia. Aunque en algunas comunidades judías sirias, siguiendo una costumbre muy antigua, el novio le entrega a la novia una moneda de plata en lugar de un anillo. Cuando el novio le da el anillo a la novia, normales, la boda se lleve a cabo en presencia de por lo menos un Minian (diez hombres adultos).la consagra como su futura esposa, diciendo: "He aquí que eres consagrada para mí (para ser mi esposa), a través de este anillo, de acuerdo a la ley de Moisés e Israel".  Al recibir el anillo la novia está formalmente comprometida. Sin embargo, el novio y la novia aún no pueden vivir una vida íntima matrimonial. Estarán considerados marido y mujer sólo después de la Jupá.

Es muy importante mencionar que en los tiempos talmúdicos y pre-talmúdicas, este primer paso de la boda o Kidushin se celebraba generalmente un año antes de la ceremonia de la boda o Jupá. Durante ese año entre el Kidushin y la Jupá los novios vivían en la su casa de sus padres y dependían de sus padres. Aún así, la mujer era considerada meorasa o formalmente comprometida. Por lo tanto, si la pareja decidía anular el Kidushin, se requería un divorcio formal (guet) para disolver este compromiso.

El año entre el Kidushin y la jupá se dedicaba a la construcción de la nueva casa, la preparación de los vestidos de la novia y la preparación de la comida necesaria para la jupá y los siete días festivos que seguían a la jupá (shevá berajot). Ese año sin intimidad física, servía también para fortalecer la relación entre la novia y el novio en el área emocional y espiritual, en anticipación a su vida como marido y mujer.

Este período de espera entre el Kidushin y el jupá no se practica más. En nuestros días el Kidushin se realiza simultáneamente con la Jupá, como parte de la misma ceremonia de casamiento. ¿Por qué? Hubieron muchos motivos prácticos que exigieron este cambio. Por ejemplo, imaginemos que por las persecuciones que los Yehudim sufrimos en el exilio, el novio tuvo que huir para salvar su vida, etc.  Si eso sucedía, la novia, que todavía estaba en un estado de apalabrada- pero-no-casada no podría casarse en el futuro con otra persona porque ahora necesitaba un GET, un documento de divorcio formal de parte de su novio desaparecido. Debido a circunstancias como ésta o similares, se estableció hacer el Kidushin y la jupá al mismo tiempo.

Hoy en día, la ceremonia normal de casamiento judío consiste en la entrega del anillo (Kidushin) y luego la jupá (lectura de Ketubá, shevá berajot, etc.). Estos dos pasos están ahora completamente integrados y la mayoría de las personas no saben y no van a percibir que, formalmente, se trata de dos ceremonias diferentes.

Empezemos a Dar

Comencemos a Dar

dar

Muchos de nosotros tenemos un pequeñito problema: Hacemos las cosas para recibir, nos hemos acostumbrado a hacerlas para recibir algo a cambio.

Sin embargo, esto surge de un error en el enfoque en la educación. Educamos a nuestros hijos para que hagan tal o cual cosa para que reciban algo.

Por ejemplo, si recitan unos Salmos tendrán un chocolate. Al principio, cuando son muy pequeños no hay alternativa. No se le puede decir a un niño, “estudia el alef bet para que sepas leer, así podrás estudiar la Voluntad Divina, sabrás cómo relacionarte con tu Creador…”.

No va. Claro que necesita un incentivo. Sin embargo, con el tiempo, el niño no estará interesado en recibir lo que podemos darle, entonces, ¿qué podremos darle? ¡¿Un auto, un avión?!

¿Cómo podemos estimularlo para hacer las cosas con la intención de dar en vez de realizarlas para recibir?Principalmente, nosotros mismos debemos cambiar, muchos adultos hacemos las cosas para que nos vaya bien en el trabajo o en otra área. No está mal, pero no es lo óptimo.

Debemos saber que cuando hacemos algo espiritual, cuando nos elevamos, estudiamos Torá o rezamos, en realidad estamos dando al nivel más alto. No tenemos que dudar de esto en absoluto.

Si promovemos esto en casa y lo hablamos, lo comentamos, decimos, “estamos dando al mundo; nuestra buena acción elevará espiritualmente a todos os Iehudim y a toda la humanidad en general”, seguro que en el futuro, poco a poco, también los niños tendrán otro enfoque.

Y esta es la verdad, nuestra mejora espiritual mejora a todos… incluso a lo inerte. Lo inerte absorbe la espiritualidad o la falta de ésta y todo es influenciado para bien o para lo opuesto. ¡Excelente mes! Jodesh Tov

Shabat Shalom Umeboraj