quarta-feira, fevereiro 06, 2019

Kidush con vino


Kidush con vino
Dictadas por el Rav Eliezer Melamed, autor del libro Pninei Halajá


Los sabios dispusieron que el Kidush se recite con vino, pues se trata de la bebida más importante ya que alimenta y alegra. Vimos que hay diferentes preceptos que se cumplen con alegría, y los sabios dispusieron que se cumplan acompañados de una copa de vino, como en el caso de la bendición del compromiso de una pareja (Erusín), las siete bendiciones del casamiento o la bendición posterior al Brit Milá. El estatus especial del vino se manifiesta en el hecho de que se le adjudicó una bendición separada, pues para todas las bebidas bendecimos “Shehakol Nihiá Bidvaró” y al finalizar “Boré Nefashot”, mientras que por el vino bendecimos antes “Boré Perí Haguefen” y después la bendición de “Me´ein Shalosh”. Otra halajá, que evidencia el estatus especial del vino es la que indica que con la bendición por el vino quedamos liberados de bendecir por cualquier otra bebida.
A priori, a los efectos de cumplir con el precepto con excelencia (“Hidur Mitzvá”), se debe recitar el Kidush con un vino bueno cuyo sabor sea del agrado del oficiante. Quien carece de vino por la noche puede recitar Kidush sobre las “jalot” (pan), y de día puede emplear cualquier bebida alcohólica como ser cerveza o vodka. Si también carece de una bebida de este tipo puede recitar el Kidush de la mañana sobre las “jalot”.
El recitado del Kidush con vino implica una profunda significación. Habitualmente, la santidad se revela en el mundo espiritual con ponderación y seriedad. En el mundo físico resaltan más vistosamente las pasiones carnales, la inclinación al mal, el orgullo y la mofa. Por esta razón, muchas veces los hombres espirituales de entre las naciones tienden a alejarse de la alegría y el regocijo, no sea que estos les conduzcan al cultivo de las pasiones bajas del cuerpo. No así en el Pueblo de Israel, nosotros santificamos el Shabat con vino para demostrar que la espiritualidad del día se manifiesta por igual en el mundo material y en el espiritual. La alegría y el regocijo, cuando son correctamente orientados, pueden ser socios en la manifestación de la espiritualidad en el mundo. Este es el tema central del Shabat, revelar la santidad mediante el estudio de la Torá y la ingestión de comidas sabrosas, con rezos y Kidush acompañado de vino. Sobre esto dijeron nuestros sabios (Pirké de Rabí Eliezer 19): “todo aquel que bendice y recita el Kidush con vino en las noches del Shabat, se prolongan sus días en este mundo y en el venidero”.

Vinos aptos para Kidush


Vinos aptos para Kidush
Dictadas por el Rav Eliezer Melamed, autor del libro Pninei Halajá 



Las leyes referentes al vino para Kidush las aprendemos de las halajot de la libación del vino sobre el altar en el Templo de Jerusalém. Por esta razón, todo vino que en virtud de algún defecto no sea apto para ser libado en el altar, tampoco puede ser empleado para el Kidush. Por ejemplo, un vino que estuvo descubierto durante horas tanto en una copa como en una botella destapada no puede ser empleado para Kidush. Lo mismo ocurre con un vino que huele mal (Shulján Aruj 272:1, Mishná Berurá 3).
Empero, vinos que a posteriori puedan ser usados para libación en el Templo, sirven a priori para Kidush. Por ejemplo, un vino dulce que fue elaborado con uvas que fueron endulzadas en demasía por el calor del sol, por cuanto que a posteriori sirve para libación en el Templo puede ser utilizado a priori para Kidush. Lo mismo ocurre con el jugo de uva. Sin embargo, lo mejor es cumplir con el precepto del Kidush mediante un vino de buena calidad que contiene alcohol y alegra (Shulján Aruj 272:2, Mishná Berurá 5).
Hay vinos que no son aptos para libaciones en el Templo pues contienen mezclas de otros ingredientes, empero sirven para Kidush. Por ejemplo, un vino que está mezclado con agua no sirve para libar en el altar del Templo, pero sí es apto para Kidush; más aún, es bueno que el vino de Kidush esté un poco rebajado con agua para suavizar así su sabor. Sin embargo, nuestros vinos actuales no es necesario rebajarlos pues no son tan fuertes como los antiguos (Shulján Aruj y Ramá 272:5).
Hay quienes opinan que, si el vino fue mezclado con agua de modo tal que ésta pasó a ser mayoritaria, no se le considera ya vino y no es apto para Kidush. Hay juristas que son más flexibles en esta cuestión siempre y cuando la mezcla siga sabiendo a vino. En el caso de los vinos supervisados por el Rabinato, se pone especial cuidado en que el vino sea mayoría en la mezcla y de esa manera son aptos para Kidush según todas las opiniones.
En el caso de vino cocido (“Mevushal” en hebreo) o vino al que se le agregó azúcar o miel, no es apto para ser libado en el altar del Templo pues perdió su textura original. Hay quienes opinan que, así como estos vinos no son aptos para ser libados, de la misma manera no sirven para Kidush (RaMbáM). La opinión mayoritaria es que estos vinos son aptos para Kidush, puesto que la cocción o la adición de azúcar tuvieron por cometido mejorar su sabor. En la práctica, se cumple con el precepto del Kidush mediante vinos cocidos o endulzados como es el caso del “Conditón” (קונדיטון). Más aún, si se posee vino natural, pero se prefiere el sabor del endulzado se puede recitar el Kidush con éste, último (Shulján Aruj y Ramá 272:8). A muchos vinos dulces no se les adiciona azúcar y su dulzura se deriva del tipo de uvas empleado en su elaboración. Según todas las opiniones, éstos sirven para Kidush.
Hay quienes opinan que el vino para Kidush debe ser tinto y el blanco no es apto (RaMbáM), sin embargo, la mayoría de los juristas opinan que se puede recitar Kidush con vino blanco y así fue definido por el Shulján Aruj (272:4). En caso de que se disponga de dos vinos, uno tinto no muy sabroso y uno blanco de categoría, para cumplir con todas las opiniones de los diferentes juristas, se pueden mezclar ambos y de esa manera obtendrá un vino tinto y sabroso (es mejor verter el blanco en el tinto como se verá más adelante en el cap. 12 inciso 10).