quarta-feira, maio 08, 2013

La melodia

Hubo una vez una melodía

melodia

Cuando Rabí Israel Baal Shem Tov

Veía calamidades conmovedoras,

Solía ir a un lugar en el bosque,

Unirse ahí con su alma.

Y prendía ahí un fuego,

y rezaba una oración,

y con eso era suficiente...

Y cuando llegó su discípulo, el Maguid de Medzritsh

a pedir piedad por su rebaño,

solía ir al mismo lugar en el bosque

y charlaba con su creador:

“Señor del Universo...

yo no sé prender el fuego

pero la oración sí la sé

y debe ser suficiente con eso”...

Y con eso era suficiente...

Y cuando llegó el turno de Rab Moshe Leib de Sasob

Para salvar a la gente del decreto,

Solía ir al mismo lugar en el bosque,

y tarareaba con voz quebrada:

“Señor del Universo...

yo no sé prender el fuego, ni tampoco sé la oración,

pero conozco el lugar en el bosque,

y debe ser suficiente con eso”

Y con eso era suficiente...

Y cuando vino Rabí Israel de Rodjin

A rescatar a sus seguidores de la desgracia,

Solía sentarse en el sillón, en su cuarto,

con la cabeza entre sus palmas:

“Señor del Universo...

Yo no sé prender el fuego

Ni tampoco sé la oración.

Tampoco conozco el lugar en el bosque.

Yo solamente sé narrar la historia

Y debe ser suficiente con eso”

Y con eso era suficiente...

Señor del Universo...

Nosotros no sabemos prender el fuego

Y nunca aprendimos la oración.

No conocemos el lugar en el bosque

Ni tampoco la melodía de esa historia.

Pero hay una cosa que sabemos,

Y seguramente no es suficiente:

Sólo esto nosotros sabemos

–Que hubo una vez una melodía. . . .