quinta-feira, janeiro 09, 2014

La personalidad del mes Shevat

Alexander Ianai

(Falleció el 2 de Shvat)

Alexander_Jannaeus

Rey y Sumo Sacerdote Hasmoneo de 103 a 76 a.e.c., hijo de Iojanán Hurkanus.

Guerrero y conquistador, sus actividades fundamentales consistieron en la ampliación del reino de Iehudá en la zona de la llanura costera, desde el Monte Carmel hasta el río Mitzráim; la revitalización de la navegación marítima judía, el incremento de la participación judía en el comercio internacional y en el fortalecimiento de su influencia religiosa y cultural.

Conquistó gran parte de la Transjordania, de la que sólo una pequeña parte había estado en poder del reino de Iehudá hasta ese entonces, y llegó hasta las fuentes del río Jordán. Logró detener la invasión de los reyes vecinos de Chipre, Siria y el reino nabateo del sur de la Transjordania y el Néguev. Sus conquistas estuvieron acompañadas por campañas de colonización y asentamiento en los territorios ocupados, derivando a ellos los excedentes de población judía. En las zonas desérticas que le resultaba difícil fortificar por medio de la colonización, construyó grandes fortalezas, como la de Alexandron, al oeste del Jordán y la de Majvor, al este del Mar Muerto.

Sus acciones como combatiente, conquistador y colonizador lo impulsaron a concentrar las atribuciones del poder hasta transformarlo en una dictadura militar que reprimió enérgicamente cualquier oposición, sin tomar en consideración los sentimientos de la población. La forma de gobierno que impuso, su conducta privada y el clima que imperaba en su corte, que se parecían cada vez más a los de los gobernantes griegos contra los que había luchado, despertaron el intenso rechazo de los sectores fieles al espíritu del judaísmo tradicional, en primer lugar los fariseos.

A raíz del abismo abierto entre el rey y la mayor parte del pueblo, estalló la guerra civil. En la lucha, que se prolongó durante seis años, murieron unas cincuenta mil personas. Después de arduos combates, Alexander Ianai logró vencer a sus enemigos y doblegarlos por completo. A consecuencia de ello, se debilitó el estrecho lazo que unía al pueblo con la dinastía asmonea y tambaleó la estabilidad de la monarquía.

Después de su muerte el gobierno pasó a manos de su esposa, la reina Shlomtzión, que quiso garantizar al país tanto la seguridad exterior como la paz interior. A tales fines, adoptó medidas para acercar a los fariseos, que eran bien vistos por el pueblo.

La reina Shlomtzión actuó en pro del fortalecimiento de la seguridad del reino de Iehudá. Las dimensiones del ejército fueron duplicadas y se reclutó una gran cantidad de mercenarios. No emprendió nuevas guerras expansionistas y su reinado perduró en la memoria colectiva como el último período feliz de independencia y calma, antes del incremento de los conflictos internos y el comienzo de la sumisión a Roma.