quarta-feira, fevereiro 07, 2018

LA PLEGARIA



LA PLEGARIA



Escribe Maimónides (exegesis sobre la Mishnáh Abot cap. 4): Incluso si la persona se hallase sumido en una difícil situación personal, no debe de cesar en su plegaria al Eterno para que Él lo asista en momentos de crisis, ya que la salvación de D-os puede aparecer en un momento y depende de nuestra plegaria.
En ocasiones, desde los cielos existe la disposición de ayudar o socorrer a la persona, sin embargo, ello depende de su plegaria para que tal ayuda se materialice en este mundo.
Algo similar hallamos con relación a Moisés, señor de todos los profetas quien al serle encomendado por D-os rescatar a los hijos de Israel de Egipto dijo: Y dijo Moisés, soy duro de lengua y dura es mi boca para presentarme a hablar delante del Faraón y sacar a Israel de Egipto (Éxodo 4). O sea que Moisés no se consideraba apto, debido a su dificultad para expresarse para rescatar al pueblo. Sin embargo, el Eterno le respondió que aun así Él lo asistiría en su misión y tendría éxito en rescatar a los hijos de Israel.
Obviamente, como dice el ver. No existen para el Eterno obstáculos para ayudar mucho o poco (Samuel 1,14), por lo tanto ¿por qué el Eterno no curo la dolencia de Moisés y simplemente lo convirtió en un hombre de fácil oratoria? Responde a esto Najmánides en su comentario a la Toráh y dice: D-os le dijo a Moisés podría haberte dotado de la capacidad para expresarte y eliminar tu defecto, sin embargo, no oraste por eso. Por ello, en tu condición actual te presentarás ante el Faraón y así redimirás a los hijos de Israel.
El Eterno, Hacedor de todos los milagros que sucedieron en Egipto podría haber curado a Moisés, esto hubiese significado un simple milagro más. Sin embargo, faltó, para que ello ocurra, la plegaria de Moisés pidiéndole al Eterno que lo cure de su defecto.
Este mismo principio observamos, según el Oraj Haim Hakadosh, en la redención de Egipto. Los hijos de Israel elevaron sus ruegos y clamores al Eterno y dice el ver. Oyó el Eterno el clamor de Israel. Es decir que las plegarias y el clamor de Israel acercaron la redención de Egipto.
De lo anterior aprendemos que muchas de las bondades de D-os para con nosotros dependen de nuestras plegarias. Estas también nos ayudarán a vivir una vida de mayor compromiso y amor al Eterno.